Foto: Ángel Martínez Levas

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Inventario 02131
Clasificación Genérica Colección de Arte Oriental; Eboraria; Escultura de bulto redondo
Objeto/Documento Figura de bulto
Autor/a Anónimo
Título El Buen Pastor
Conjunto Figura de marfil sobre basa
Materia/Soporte Marfil
Laca
Técnica Tallado
Policromado [(laca y dorado)]
Dimensiones Altura = 10,70 cm; Anchura = 5 cm; Profundidad = 4,30 cm
Descripción Figura de pequeño formato de un niño sentado con los pies cruzados, realizada en marfil luso-indio. Su cabeza, tallada con rizos y lacado en un tono rojo cinabrio y dorado, está ligeramente ladeada y apoyada sobre su mano derecha. A su vez, el codo reposa sobre una cantimplora en forma de calabaza doble. En cambio, su brazo izquierdo se encuentra con un cordero sobre el hombro y con su mano sostiene otro el cual está en su regazo. Viste una zamarra de vellón recogida en la cintura y revestida de piquillos característicos de las tallas indoportuguesas. Además, está lacado en color castaño, al igual que las ovejas. Presenta falta de materia en los pies. Actualmente se eleva sobre una peana que no es la original, de bronce dorado, datada en el siglo XVIII, que tiene el número de inventario 02120.
Iconografia Buen Pastor
Datación 1601=1700 (Siglo XVII)
Contexto Cultural/Estilo Asia colonial
Luso-indio
Lugar de Producción/Ceca India (Asia)
Uso/función Imagen devocional
Clasificación Razonada La imagen de este niño es de origen indoportugués, evidenciado por el material de la pieza que es marfil. Este tipo de imágenes solían ser realizadas por artesanos locales a los cuales se les habían facilitado modelos iconográficos para su talla. Al estar realizadas por indígenas, incorporaban elementos de su cultura propia, produciéndose un fenómeno de hibridación entre ambas culturas que se veían enriquecidas. Estas figuras, que en nuestra colección residen con la particularidad de ser de pequeño tamaño y en su mayoría de bulto redondo, eran usadas como apoyo para la catequesis e instrumento para culto público y privado. Los marfiles luso-indios conservan su significación cristiana, pero añadiéndoles el influjo oriental.
El tipo genérico de imagen corresponde, según Margarita Estella, a un modelo de marfil luso-indio, es decir, realizado por artesanos de Goa (India) o de Colombo (Ceilán), incluso en otros asentamientos portugueses en Asia. Para Tabar (2004) esta escultura se acerca más a los marfiles hispano-filipinos, tallados por artesanos chinos establecidos en Manila (los sangleyes), y por los talleres chino-portugueses en torno a Macao, si bien en lo formal se adscribe un modelo indoportugués con detalles típicos como los piquillos del vellón de las ovejas y de la zamarra.
En cuanto a la iconografía de esta pieza, ha sido disputada pues se ha confundido a veces con el Sueño de Jacob o san Juanito; incluso se ha apuntado que esta refleje fuerte influencia del budismo, relacionada con la meditación de Buda. Según Marian Granados (2004), se podría ahondar más en esta influencia si se considera que el personaje, al estar sentado, tiene una mayor proximidad iconográfica con la actitud meditativa de los boditsavas que con la del propio Buda. En el budismo, los boditsavas son santos que renuncian a la paz del nirvana para vivir entre los hombres; poseen el don de la clarividencia que aplican en enseñarlos a obrar a través de la piedad y el amor.
No obstante, podemos decir que representa la figura de un Buen Pastor. Tanto la espiritualidad como la misión de los boditsavas encajarían probablemente con la percepción oriental de Jesús como Buen Pastor, en la época de la primera evangelización, cuando se crea este tipo de imagen, antes de que el sincretismo fuera condenado en 1704 por el papa Clemente XI. La figura del Buen Pastor corresponde a Cristo como un niño, de corta edad, representado como un pastor. Tiene una base bíblica, pues parte de las palabras del propio Jesús, quien declaró «yo soy el buen pastor». También se fundamenta en una parábola de san Lucas y san Mateo. Esta iconografía emanó desde los primeros cristianos, que tomaron como referencia modelos de la Antigüedad como el Moscóforo, el Hermes Crióforo y Orfeo para plasmar la figura. En este caso se le identifica por las dos ovejas que le acompañan.
Es interesante destacar que estas figuras de marfil luso-indias suelen elevarse sobre peanas originales. Tenemos ejemplos en la colección del Marqués, como la pieza con el número de inventario 02036. En este caso, probablemente fuese un montaje del Marqués pues no tenemos constancia de que se conserve la peana original y la actual data del siglo XVIII. Tabar (2004) dice que la peana original tendría forma de montaña con la Fuente de la Vida de la que beberían diversos animales, basándose en piezas de otras colecciones.
Historia del Objeto Descrito en Inventario de las obras de arte [...] del Museo del Excelentísimo Sr. D. Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, firmado en 1924 por Juan Cabré.
2131.Niño modelado en marfil, con el pelo y vestido dorado. Hállase sentado y durmiendo, con un corderillo en el hombro derecho y otro sobre las rodillas
Mide de alto: 0,11 metros
Valorado en cincuenta pesetas


Lujo asiático. Artes del Extremo Oriente y chinerías en el Museo Cerralbo; [Exposición Lujo asiático. Artes del Extremo Oriente y chinerías en el Museo Cerralbo celebrada en el Museo Cerralbo del 1 de octubre del año 2004 al 1 de enero del año 2005.]
Bibliografía TABAR ANITUA, Fernando. Lujo Asiático: Artes de Extremo Oriente y Chinerías en el Museo Cerralbo. Madrid: Secretaría General Técnica. Subdirección General de Documentación y Publicaciones., 2004. nº 121, p. 210.
Catalogación Granados Ortega, Mª Ángeles (17/09/2004)
Fernández Ruiz, Andrea (31/08/2021)
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