Clasificación Razonada |
Procede del templo parroquial dedicado a San Vicente Mártir de Villar de Fallaves (Zamora), adscrito a la Encomienda de Cerecinos dentro de la Orden Hospitalaria de San Juan de Malta, y regido por un clérigo, prior de la Orden de San Juan; a uno de ellos, fray Alonso de Fallaves, fallecido en 1534 y enterrado en un arcosolio en su cabecera, se debe la renovación del templo en las primeras décadas del siglo XVI. De tres naves en ladrillo y tapial, al mecenazgo de fray Alonso se deben la edificación, en buena sillería, de la torre con remate piramidal, la portada lateral labrada en 1516 siguiendo modelos riosecanos y el ábside abovedado con crucería de gusto renacentista, al igual que el sepulcro del fundador.
Lamentablemente en torno a 1960 se hundió el cuerpo de la iglesia, desde la mitad de las naves hasta la cabecera abovedada, salvándose del desastre tanto el interesante retablo mayor como "la riquísima techumbre del coro" catalogada por Gómez Moreno. La tribuna fue ofrecida en venta al Museo por un anticuario en 1962 y dado su interés histórico-artístico y la posibilidad de instalarla en alguna de las salas de exposición, el Ministerio decidió su adquisición por Orden Ministerial de 6 de abril del mismo año y su depósito en el museo. Aunque en el BOE de 19 de enero de 1963 se consignara una cantidad para su instalación, no debió ser hasta tres años más tarde cuando se instaló en una nave edificada poco antes al costado del edificio histórico del Colegio para la exhibición de los pasos procesionales, ambicioso proyecto pronto truncado que transformó dicho espacio en almacén cerrado al público. En 2003 siguiendo las directrices del proyecto de rehabilitación integral del Museo, esta nave-almacén fue derribada reinstalándose la tribuna en las salas de exposición permanente del Museo.
Dentro de los coros o tribunas en madera, normalmente solucionados con un alfarje con jabalcones, presenta una tipología inusual, pues se trata de una armadura de tres paños, ochavada a los pies convertida en su frente en una tribuna achaflanada flanqueada por dos grandes paños triangulares; sobre éste un amplio friso de mocárabes sirve de asiento a una barandilla corrida con finos balaustres y un tablero calado con la cruz de Malta en su centro que remata el conjunto. Como ya señalara Gómez Moreno "la talla y molduraje son de gusto romano" con frisos de ovas y acantos, entorchados, arquillos y sobre todo, molduras lisas que ornamentan los paños con profundos artesones octogonales rodeados de hexágonos alargados y rectángulos formando cruces. Esta estructura reticulada repite literalmente uno de los esquemas decorativos de los lacunarios (techos planos) recuperados de la antigüedad clásica y difundidos por Sebastiano Serlio en sus "Regole generali di architettura", cuya utilización sobre una estructura mudéjar, en vez de la decoración de lacería habitual, provocó una serie de problemas de adaptación especialmente evidentes en los encuentros de los paños y en la decoración del frente de la tribuna.
Como es lógico es en esta última zona donde se concentra la decoración; así en los hexágonos alargados hallamos cabezas de ángeles talladas y tableros pintados con la cruz de Malta sobre fondo rojo mientras que en los artesones octogonales se disponen ocho relieves de 0,62 x 0,62 m. con bustos masculinos y femeninos encerrados por laureas, vestidos a la clásica, ordenados por parejas y sin ningún tipo de inscripción o atributo que facilite su identificación, posiblemente imágenes idealizadas de carácter ornamental extraídas de los prontuarios de medallas que servían como repertorios de personajes del Antiguo Testamento, de la mitología y de la antigüedad clásica, similares a las utilizadas para decorar las arquitecturas de fachadas y claustros de este momento. En este punto hay que señalar que los dos tableros de los laterales llevan pintadas en torno a la cruz de Malta la sílaba "RO" cinco veces en el de la izquierda y otras tres más la palabra "ROLDAN" en el de la derecha, inscripciones que parecen aludir a la identificación de los personajes con algunos de los protagonistas de la literatura caballeresca, y concretamente, de la materia carolingia. De hecho, uno de los mayores ejemplos de este género, la exitosa "Historia del emperador Carlomagno y de los doce Pares de Francia", obra de Nicolás de Piamonte editada en Sevilla en 1521, fue repetidamente reimpresa en los años 30 y 40 del siglo, y curiosamente, algunos de los episodios allí reflejados, en especial los de la lucha del emperador contra el almirante pagano Balán y sobre todo, el del asedio sufrido por los doce Pares dirigidos por Roldán en una torre, traen rápidamente a la memoria los acontecimientos del sitio y pérdida de Rodas en 1522.
Estilísticamente estos relieves se han relacionado con los de la tribuna del coro y los de la ampliación de la sillería de la catedral de Astorga, labrados entre 1547 y 1549 por los talleres escultóricos avecindados en León y Benavente comandados, respectivamente, por Pedro del Camino y Roberto Memorancy y por Nicolás de Colonia y Tomás Mitata, exponentes de la influencia de la escuela borgoñona nuevamente interpretada por el Renacimiento en la zona leonesa. Esta datación en torno a 1545-1550 cuadra bien con la de otros techos, en este caso alfarjes, cuajados de artesones octogonales con bustos en relieve y patrones decorativos renacientes de similar inspiración serliana, como el del denominado salón de Carlos V del Alcázar de Sevilla, realizado a partir de 1542, o el del refectorio del monasterio santiaguista de Uclés (Cuenca), fechado en 1548. Tal cronología, más de una década posterior al fallecimiento del prior Alonso de Fallaves, hace difícil adscribir la realización de la tribuna a este personaje; más probable parece pensar en el mecenazgo de un alto dignatario como fray Gonzalo Gómez de Cervantes, Senescal del Gran Maestre y que, como capitán, había combatido hasta caer malherido en el sitio de Rodas en 1522, quien regía en 1548, junto con las de Salamanca y la de la Higuera, la Encomienda de Cerecinos de dónde Villar de Fallaves dependía.
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