Descripción |
Retrato de caballero vestido con levita negra de amplias solapas, chaleco oscuro, estampado con pequeños motivos ovales en blanco y sobre el que destaca la cadena dorada de una leontina, camisa blanca y corbata de lazo negra. De ojos oscuros, dirige su mirada al espectador. Luce el cabello con bucles ahuecados sobre las orejas, según la moda de fines de la década de 1830 y principios de la de 1840 (MIGUEL ARROYO, C., "Teje el cabello una historia: el peinado en el Romanticismo". Madrid: Ministerio de Cultura y Deporte, 2021), bigote y sotabarba, ejecutados con un excepcional detallismo. La figura, levemente girada hacia su derecha, se recorta sobre un fondo neutro.
La miniatura está firmada y fechada por el autor -Florentino de Craene 1841- en su lateral izquierdo. Se trata de un retrato de gran calidad técnica, como es típico de este pintor, que se vale de un sólido dibujo y de un rico colorido para lograr retratos de gran delicadeza y preciosismo, que a su vez destacan por su captación psicológica. En este caso utiliza la técnica del punteado en el rostro, modelándolo a base de luces, con una gran riqueza en los detalles. Para el resto de la figura usa una pincelada más larga.
El belga Florentino de Craene (1793-1852) se formó, y posteriormente dio clases, en la Academia de Dibujo, Escultura y Arquitectura de su ciudad natal, Tournai. Junto a su hermano se trasladó a París, como pensionado, para continuar su formación. Allí pudo perfeccionarse en la litografía y se relacionó con el círculo del barón Gros. También allí contactó con José de Madrazo, que le reclutó para trabajar en el Real Establecimiento Litográfico en 1825, fecha en que se instaló en Madrid. Destacado por sus dotes como miniaturista, fue uno de los artistas más reclamados por la sociedad aristocrática y la Corte, donde fue nombrado pintor honorario de cámara en 1849.
(Catalogación: Rebeca Benito Lope, 2022)
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