Descripción |
Retrato de un hombre maduro, vestido con esclavina grisácea que deja entrever el cuello grana de un uniforme con insignia de bombas bordadas en plata. Porta en su mano derecha un bastón, mientras sostiene un ejemplar doblado del diario de tendencia absolutista titulado "La Esperanza", y se agarra, pensativo, el mentón con su mano izquierda. Permanece girado, algo esquivo, hacia una austera mesa sobre la que está depositado un vaso de agua. Junto a él, en primer plano, un sombrero de copa. Retrato de gran penetración psicológica, en el que el efecto de la luz aumenta la expresividad del retratado, y se muestran las maquinaciones contra la monarquía de un artillero carlista.
El carlismo surge en España a raíz de las luchas internas surgidas a partir de la polémica sucesión al trono tras la muerte del monarca Fernando VII. Se trata de uno de los fenómenos más controvertidos del panorama político de la era moderna. Hay que subrayar que las facciones liberales se organizan junto a Isabel, la hija primogénita del Rey, y su madre, la reina regente María Cristina, mientras la tradición absolutista se agrupa en torno al hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro. En 1856, fecha de realización de este lienzo, el enfrentamiento armado y verdadera Guerra Civil había zanjado sus dos primeros episodios. El primero había acaecido en (1833-1840) y el segundo en (1846-1849), se había saldado con una nueva derrota del bando carlista, pero a partir de 1856, surgió de nuevo una larga fase conspiratoria que finalizará en 1860, con la renuncia del pretendiente Carlos al trono de España, tras las frustrada revuelta del general Ortega.
Valeriano Domínguez Bécquer realizará otro cuadro de temática similar, donde trata el asunto político del carlismo, "El pintor J. Bécquer, capitán carlista, y familia" (Museo del Prado, P-4235). No se sabe, con certeza, la razón que le llevó a ocuparse de este tema, ya que el pintor estaba más familiarizado con otros asuntos como la pintura del costumbrismo, que había aprendido de las enseñanzas de su padre, el también pintor, José Domínguez Bécquer.
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