Descripción |
Precioso boceto en el que aparece efigiada la reina Isabel II, de busto ligeramente girada hacia la izquierda y mirando al espectador. Luce tocado con tiara de diamantes y velo.
Isabel II era hija de Fernando VII y María Cristina de Borbón, su cuarta esposa, que ejerció como Reina Gobernadora entre 1833 y 1840. Ese año fue sustituida en la regencia por el General Espartero, hasta la proclamación de la mayoría de edad de Isabel, en 1843, con tan sólo trece años. Durante su reinado surgieron diferentes conflictos de índole dinástica, ya que su padre había suprimido la Ley Sálica, que privaba a las mujeres del derecho al trono, de este modo, su tío el infante Don Carlos, le disputa la corona, ya que se sentía más legitimado que su sobrina para acceder al trono, iniciándose de esta manera las tres Guerras Carlistas. En 1846 se casaría con su primo, don Francisco de Asís. Durante su convulso reinado se pasará del Antiguo Régimen a la Era Constitucional. En 1868, debido a la batalla de Alcolea y a la Revolución, tuvo que abdicar y exiliarse en París.
Esta obra atribuida a Federico de Madrazo es un estudio de una cabeza, semejante a la que se custodia en The Hispanic Society of America y en la que aparece la Reina Isabel II de perfil ladeada a la izquierda.
Federico de Madrazo realizó multitud de retratos reales, ya que había sido nombrado pintor Supernumerario de Cámara de Fernando VII en 1833, segundo pintor de Cámara en 1850 y designado primer pintor de Cámara en 1857. En el inventario que dejó el escritor de todas las obras que realizó tras su definitivo regreso a España en 1842, aparecen citados más de 20 retratos de la soberana. El pintor romano también se encargó de elaborar los prototipos de los retratos reales. De hecho, de estos modelos, existen varias copias de diferentes pintores y con ligeras variantes, ya estas imágenes se utilizaban para difundir el rostro de la Soberana por las instituciones oficiales del reino.
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