Descripción |
Recipiente cilíndrico de vidrio cubierto por una malla de alambre con base de pedestal y con una línea hoja que rodea su tercio superior. Cuenta con un tapón metálico a rosca provisto de llave, para salida del liquido y un orificio a rosca para su llenado. Posee un tubo plástico amarillo en el interior y conserva el cargador de gas de la marca "Sparklets". Tiene marca e inscripciones.
Este tipo de sifones, que funcionaban con cargas individuales de gas, eran conocidos como "Sparklets", nombre de la compañía londinense que los fabricaba, Sparklets Ltd (que en 1919 absorbe a Aerators Ltd. ). Estaba destinado fundamentalmente al ámbito doméstico y consiguió revolucionar los hogares vendiéndose , tal y como se publicitaba, por su "comodidad, higiene y economía". Sparklets no fue la única empresa que diseñó y comercializó estos sistemas de fabricación doméstica de agua con gas a base de cápsulas, pero sí fue la más popular e internacional.
El primer modelo, patentado en 1896, tenía una forma más similar a una botella y ya aparecía publicitado en España en la prensa de 1899. Este sifón se componía de tres cuerpos, el inferior como contenedor, realizado en vidrio y cubierto con una malla protectora inicialmente de bambú, tenía en la boca una rosca a la que se atornillaba el segundo cuerpo, que estaba compuesta por una esfera metálica y atravesada por un pequeño tubo donde se colocaba la cápsula. A este, se volvía a atornillar el tercer elemento, que consistía en una especie de caperuza, que cuando se colocaba perforaba la cápsula, produciendo un sonido similar a un pinchazo de rueda, que indicaba que el gas ya se había liberado, y sólo quedaba agitar. Unos años más tarde, aparecería el popular modelo "Prana Sparklet", al que pertenece este sifón, con un diseño más cercano al que conocemos en nuestros días y ya envuelto en una malla protectora metálica. Este modelo aparece por primera vez en publicidad en 1908, año en que obtuvo una medalla de oro en la Exposición de Zaragoza.Estos sifones fueron evolucionando y en los años 30 se introdujo la válvula de no retorno que permitía retirar la carga una vez que el sifón estuviera cambiado, también más tarde aparecieron los realizados en metal y los de varios colores.
Por la publicidad, podemos saber que en 1915 el sifón constaba 6,75 pesetas, las cápsulas para 12 sifones 1,60 pesetas y aquellas que se devolvían vacías, las retornables, tenían un precio de 0,50 pesetas. Se vendían en cajas de cartón y dentro se incluían las instrucciones para su manipulación, al igual que en la propia botella donde se marcaba una línea roja que marcaba el tope hasta donde podía llegar el líquido e indicando que debía agitarse bien.
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