| Descripción |
Cuadro que representa una escena de un bautizo de finales del siglo XVIII o principios del XIX con personajes vestidos al estilo goyesco.
Se trata de una celebración religiosa en el interior de una iglesia con una pila bautismal circular de mármol, unas altas columnas torsas doradas con decoración vegetal y un pequeño altar con una cruz de oro al fondo.
En el centro de la composición aparece la escena del bautizo, en el cual un sacerdote ataviado con una casulla en blanco con ricos bordados dorados y varios colores lee una Biblia mientras señala al recién nacido que va a ser bautizado. La madre, vestida con una mantilla blanca de encaje sujeta al pequeño bebé mientras escucha al párroco. Rodean a las 3 figuras un grupo de personas que podrían ser familiares y que están vestidos con indumentaria relacionada con el "majismo": gandayas, jaquetas, mantillas y faldas de colores. Por último, acompaña al grupo un monaguillo que aparece de espaldas.
La luz de la escena se recoge en el centro de la composición, con un halo de luz que el autor refleja en las telas blancas de la indumentaria de los personajes que aparecen en el centro.
Podemos atribuir la obra a Eugenio Lucas Villaamil (1858-1919) al aparecer su firma en la parte inferior derecha del cuadro.
Eugenio Lucas Villaamil, al formarse con su padre y en la escuela madrileña donde predominaban los cuadros constumbristas, va a mantener la influencia de las características de la obra de su padre. Repetirá temas goyescos y costumbristas, resueltos con gran habilidad compositiva y de tratamiento del color y la luz. Representará escenas populares urbanas, tanto de la alta como de la baja sociedad, como corridas de toros, salidas del teatro o bailes de máscaras. También escenas religiosas como procesiones o celebraciones de eucaristías. Además de dominar el manejo de la luz con sus reflejos y contrastes, demostró su dominio en el tratamiento de muchedumbres de gente en el movimiento. Era un hábil copista de algunas de las pinturas de Goya, las que se guardan en el Museo del Prado, y estaba protegido por el conocido coleccionista José Lázaro Galdiano.
El padre de Villaamil, Eugenio Lucas Velázquez estuvo muy influido por el estilo de Goya. Los manuales de Historia del Arte del siglo XIX hablan de "estilo goyesco" para describir el estilo de un grupo de costumbristas madrileños de mitad de siglo que siguieron el estilo y temática de los cuadros de Goya. Además de Lucas padre e hijo, podemos mencionar también a Leonardo Alenza y Nieto.
Tanto Lucas Velázquez como Lucas Villaamil siguiendo este estilo, presenta un mundo onírico de pasiones, visiones fantásticas, aquelarres y ritos religiosos populares.
La temática de esta pieza sería una escena costumbrista religiosa que representa un bautizo. La representación en pintura de estas celebraciones íntimas religiosas fue bastante común en la época. Bautizos, comuniones, bodas y otros rituales de religiosidad popular en España resultaron de especial atractivo para los pintores costumbristas del Romanticismo. También las procesiones o romerías de festivididades religiosas populares. Eran una oportunidad de reflejar la cotidianeidad del pueblo, sus maneras de vestir y sus costumbres.
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| Historia del Objeto |
Obra procedente de la colección de Pedro Rico López, (1888-1957) incautada el 9 de junio de 1938 por la por la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico.
Obra entregada al Museo del Pueblo Español (hoy Museo del Traje. CIPE), en calidad de depósito por el Ministerio de Educación Nacional, Dirección General de Bellas Artes el 9 de septiembre de 1965, según consta en la Orden Ministerial de la fecha.
Llega al Museo del Pueblo Español desde el Instituto Central de Restauración, que indica que proceden del Museo Etnológico (actual Museo Nacional de Antropología).
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