Foto: Yolanda Villaverde López

:: Ampliar Imagen ::

Museo Museo Nacional de Ciencia y Tecnología
Inventario CE2005/034/0001
Clasificación Genérica Instrumentos científicos; Astronomía
Objeto/Documento Astrolabio
Materia/Soporte Latón
Plata
Técnica Grabado
Dimensiones Altura = 18 cm; Profundidad = 3 cm; Diámetro = 17 cm
Descripción Astrolabio fabricado en latón con inscripciones árabes. Dispone de los elementos principales de este tipo de instrumentos científicos: madre o cuerpo principal, láminas (en este caso 6), colgadero, alidada y araña.
Datación Lámina:1200[ca]
Lámina:1700[ca]
Araña:1700[ca]
Madre:1700[ca]
Contexto Cultural/Estilo Al-Andalus
Uso/función Astronómico, topográfico, medida del tiempo, cálculo matemático, etc.
Clasificación Razonada El astrolabio, el que toma, coge, interpreta, describe el cielo, las estrellas. Del griego astron: astro, estrella y lambao: tomar, coger, interpretar, describir.

El astrolabio es una representación de la esfera celeste que permitió, hasta el siglo XVIII, resolver cuestiones relativas a la astronomía, la astrología y la topografía. Desde su uso principal como representación del cielo nocturno, los astrolabios han evolucionado y sumado una enorme variedad modelos con los que realizar cálculos y operaciones muy diferentes para las que en sus orígenes fueron ideados.

El astrolabio llega a occidente importado por los árabes, quienes añaden a sus usos, el religioso, detallando en las láminas las curvas de las horas de los rezos, que podían conocer precisando la altura a la que debía encontrarse el Sol para cada una de las oraciones del día. El rito religioso musulmán fue el principal motivo por el cual los astrolabios en el Islam se han mantenido en uso hasta prácticamente el siglo XIX, a diferencia de occidente donde desaparecen a finales del siglo XVII, sustituidos por instrumentos más precisos y manejables como el sextante.

En todos los astrolabios se distinguen, con mayor o menor profusión de detalles, los siguientes elementos fundamentales: la madre o cuerpo principal del astrolabio, con sus dos superficies grabadas, faz y dorso; el colgadero, pieza necesaria para mantener vertical el instrumento; y la alidada, que junto con sus pínulas, hace las funciones de mira del instrumento, para localizar el objeto de referencia ya sea una estrella, el Sol o una torre. El tímpano o lámina, con sus curvas de espacio y tiempo; y sobre éste, la araña o red del astrolabio que representa el cielo estrellado, completa el aparato.

Aunque un simple vistazo al instrumento nos sugiere una enorme complejidad, la madre, láminas y araña, bellamente buriladas, resuelven sin la necesidad de cálculo alguno y con relativa simplicidad, los misterios del conocimiento de la hora de día y de la noche, la hora de los rezos musulmanes, de la altura del Sol sobre el horizonte, del recorrido aparente de éste a lo largo del zodíaco, de la altura máxima de un estrella o de la posición de las estrellas más brillantes en el firmamento.

En la faz de la madre -que presenta toda su superficie grabada con tablas de cálculo- se alojan las láminas -proyección de la cúpula celeste para una latitud determinada- en cuyos círculos o almincantarats y líneas verticales, podemos leer las coordenadas de altura y acimut necesarias para localizar un astro en el firmamento. Merece la pena señalar que los almincantarats han sido grabados de dos en dos grados, y en puntillado cada seis, por lo que destacan del resto, las curvas correspondientes a 6°, 12°, 18°, 24°, 30° ... hasta 84° en las proximidades del cenit. Esto denota la calidad y precisión del trabajo realizado por el constructor. Las líneas verticales de acimut dividen la circunferencia completa de cinco en cinco grados, en cuadrantes de 0° a 90° de la siguiente manera: sobre la línea de horizonte (almincantarat 0°) desde el punto norte del horizonte (punto de corte del horizonte con el meridiano celeste) hasta el punto de corte con el círculo del ecuador oeste: 90°, 5°, 80°, 5°, 70°, 5°, 60°... hasta 5°. A partir de este punto, 5°, 10°, 5°, 20°, 5°, 30° ... hasta 90° en el punto de corte del meridiano celeste con el círculo de capricornio. Desde este punto, 90°, 5°, 80°, 5°, 70°, 5°, 60°... hasta 5° en el punto de corte de la línea del horizonte con el ecuador, y finalmente, desde este punto y hasta el centro, completando la circunferencia, 5°, 10°, 5°, 20°, 5°, 30°... hasta 90°.

Las líneas grabadas por debajo del horizonte representan las curvas de las horas desiguales (del 1 al 12) y las cinco horas de los rezos, de occidente a oriente: la oración de la primera luz del alba, del mediodía, de después del mediodía, de antes del anochecer y de la puesta del Sol. Es importante hacer notar que, para los árabes el día comenzaba al caer el Sol. Por este motivo en la corona de la faz, encontramos en oriente un punto para indicar la posición del comienzo del día.

En este astrolabio confluyen dos importantes escuelas: por un lado, la de Abû Bakr ibn Yûsuf (que trabajó en Marrakesh hacia 1200), y por otro, la del sevillano al-Khamâ´irî contemporáneo del anterior. Lo más relevante del mismo son sus cuatro láminas medievales construidas hacia 1200 y que algunas de ellas están preparadas para la latitud de varias ciudades españolas, por lo que es un importante nexo de unión entre el Norte de África (actual Magreb) y el Al-Andalus español o peninsular. Las ciudades y latitudes representadas en las mismas son: Sijilmasa (29°) y Jerusalem (32°) ; Marrakech (31°) y Fez (33° 40´) ; Ceuta (35°) y Almería (36° 30´) ; Toledo (40°) y Zaragoza (41° 30´).

De entre todas ellas, destaca la construida para la ciudad de Sijilmasa, importante ciudad caravanera situada en un oasis al norte del Sahara, que tuvo bastante relación con el Califato Cordobés, en época de Hixem II (976-1009). Se conocen monedas con la ceca de Sijilmasa acuñadas a su nombre, lo que indica el dominio califal sobre la zona en aquel momento.

Además, de las láminas medievales, el astrolabio dispone de dos más, construidas al igual que la madre y la araña hacia 1700. Una de ellas, con las latitudes de las dos ciudades más importantes del mundo musulmán: la Meca (22°) y Medina (25° 30´), la otra adaptada probablemente de otro astrolabio con la ciudad de Meknes (34°) y una serie de curvas universales.

Sobre la lámina se dispone la araña, probablemente el componente más llamativo del astrolabio. La corona representa la eclíptica, que es el camino aparente que recorre el Sol en el firmamento visto desde la Tierra. En sus garfios decorados con puntos de plata, distinguimos los nombres de 25 estrellas típicas de los astrolabios islámicos occidentales, más la señalada sobre la eclíptica en la constelación de Leo. Las puntas de los garfios apuntan sobre el entramado de curvas, la posición de las estrellas. El giro de la araña se realiza en el sentido de las agujas del reloj.

En el dorso de la madre encontramos, de fuera hacia dentro, el semicírculo superior graduado de 0° a 90° y de 90° a 0°. La corona con los nombre de los 12 signos del zodíaco y los grados de recorrido del Sol en cada uno (de 0° a 30°), la corona con los meses del año y las divisiones de sus respectivos días -28 para febrero, 30 para noviembre, abril, junio y septiembre, y 31 para el resto-. Finalmente, en el centro del dorso se dispone el cuadro de sombras, escala con la que era posible calcular las alturas de torres y edificios o la profundidad a la que se encuentra el agua en un pozo.

Este astrolabio perteneció a una colección privada desde los años sesenta y estuvo en depósito en el National Maritime Museum de Haifa, hasta el momento de la subasta en la que fue adquirido por el Estado español para el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. Se trata de un buen ejemplo de reutilización, ya que con toda probabilidad fue construido (madre y araña) para utilizar las cuatro láminas andalusíes originales, a las que se añadió una quinta con las ciudades de la Meca y Medina. Como curiosidad se puede denotar que la lámina de Fez presenta cierto deterioro por el uso, quizás porque fuera en aquella ciudad donde se utilizó durante más tiempo.

De los múltiples cálculos que se pueden realizar con este astrolabio -cálculo de la altura del Sol sobre el horizonte, cálculo de la hora del día y de la noche, cálculo del momento de los rezos musulmanes, cálculo de la hora del orto (amanecer) y del ocaso del Sol, cálculo de la altura de una estrella en el firmamento, cálculo del grado del Sol en su recorrido aparente a lo largo del zodíaco y del nadir solar, cálculo de altura máxima del Sol o de una estrella, posición de las estrellas más brillantes en el firmamento, cálculo de altura de torres y edificios, profundidades de pozo, etc.-, sirva como ejemplos de utilización concreta del mismo, cómo se procede a operar con el astrolabio en el caso de los tres primeros usos:

1.- Cálculo de la altura del Sol sobre el horizonte. Situar el astrolabio en posición vertical y buscar que la luz del Sol atraviese ambas pínulas, con cuidado de no mirar directamente al astro. El extremo de la alidada señala en el cuadrante graduado, la altura del Sol -en grados- sobre la horizontal.

2.- Cálculo de la hora del día y de la noche. En primer lugar es preciso conocer la altura del Sol (para la hora del día) o el de una estrella conocida (para la hora de la noche). En ambos casos el procedimiento es el mismo y se utiliza el dorso y la alidada del astrolabio. Para ello, asido el astrolabio por una cuerda fija al colgadero, en posición vertical, se busca que la luz del Sol atraviese ambas pínulas, con cuidado de no mirar directamente al astro. En el caso de la estrella, la luz débil permite enfilaciones directas. Una vez se dispone de la altura del Sol es preciso dos datos más del dorso: la posición del Sol en la eclíptica -que se resuelve llevando la alidada al día del mes de la medida y tomando el grado del recorrido del Sol en el signo zodiacal correspondiente- y el del nadir solar, o lo que es igual, el grado opuesto del Sol en la eclíptica. Conocidas las tres medidas se procede girando la araña en el sentido de la agujas del reloj, para llevar el grado del Sol en ella, al almicantarat correspondiente a la altura tomada del astro. El nadir solar o grado opuesto al Sol en la araña, señala sobre las curvas de las horas desiguales, la hora del día. Para conocer si nos encontramos antes o después del mediodía, en caso de duda, se deben tomar dos alturas del Sol en momentos diferentes, el aumento o disminución de esta medida ofrece la solución. En el caso de la hora nocturna, se procede de igual forma. En primer lugar, se ha de localizar una estrella conocida y medir con la alidada su altura sobre el horizonte. El garfio correspondiente a la estrella se lleva al almincantarat de dicha altura. Teniendo en cuenta que el grado del sol en la araña debe encontrarse fuera del cielo nocturno, sólo existe un punto donde situar el garfio en la correspondiente curva del almincantarat. Como las horas desiguales sólo están señaladas por debajo del horizonte, el corte del grado del Sol con éstas, ofrecería la hora de la noche buscada, ya que la división en ella sería idéntica. Si las horas de la noche estuvieran buriladas, entonces, el nadir solar marcaría directamente en ellas la hora buscada.

3.- Cálculo del momento de los rezos musulmanes. La forma de proceder para calcular el momento del día -altura del Sol- en el que los musulmanes debían practicar sus rezos, tal y como se ha indicado, probablemente la función más frecuente de esta pieza de origen árabe, se opera con el astrolabio de la siguiente forma: dispuesta la lámina de la localidad correspondiente, en primer lugar hay que calcular, al igual que en el caso de la hora del día, el grado del Sol y del nadir solar. A continuación, se gira la araña hasta que el nadir solar coincida con las horas que marcan los rezos. El almincantarat que cruza la posición del Sol en la eclíptica será la altura correspondiente al momento de la oración.
Bibliografía BANDE FUENTES, Emilio José; MARTÍN LATORRE, Rosa María; DE LA LASTRA GONZÁLEZ, Ignacio. MUNCYTx100. Un recorrido expositivo múltiple. Nº ed. 1ª. Madrid: Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, 2017. 146-147. Disponible en: <http://www.muncyt.es/portal/site/MUNCYT/menuitem.17a666ead9b76ece9da13f1001432ea0/?vgnextoid=fb56f53841984610VgnVCM1000001d04140aRCRD&vgnextchannel=e5703efc68c5a210VgnVCM1000001034e20aRCRD> Consulta: 10/10/2018.
Catalogación Martín Latorre, Rosa María; de la Lastra González, Ignacio
| más imágenes |

Foto: Yolanda Villaverde López

Foto: Yolanda Villaverde López

Foto: Yolanda Villaverde López

Subir

© Ministerio de Cultura | v49.0 Accesibilidad | Mapa Web | Créditos | Contacte con Cer.es | Condiciones de uso | NIPO: 551-09-131-6