Clasificación Razonada |
Uno de los primeros verracos que, en las últimas décadas del siglo XIX, acogió la
Comisión Provincial de Monumentos para formar el Museo, atendiendo su misión de
salvaguardar los materiales del Patrimonio Cultural abulense. A su vez, los verracos son uno de los primeros elementos de ese Patrimonio reconocidas por las Academias e instancias científicas, tras el descubrimiento, en 1875, del javalí de las Cogotas y otras piezas arqueológicas de este castro que impulsan la investigación de la Protohistoria de la Meseta.
Los verracos son la expresión artística más original de los vettones, las gentes de la Segunda Edad del Hierro en el occidente de la Meseta; y, como peculiaridad de los hispanos de la zona, se mantienen largamente después de su Romanización. Son esculturas de toros o cerdos -jabalíes, mejor- talladas en bloques monolíticos de granito; son figuras por lo general esquemáticas y sencillas, con algún detalle realista, pero siempre con gran fuerza visual y potencia significativa. Fueron muy numerosos, porque
actualmente se conocen más de 400; en época romana tuvieron una clara función uneraria, pero no se ha logrado todavía saber para qué se esculpieron los anteriores, a los que también se les supone un objetivo más allá de la mera estética, sin que se
haya podido establecer una hipótesis que los explique todos.
Procede, según los primeros Inventarios del Museo, «del barrio de Ajates», el del Norte de la ciudad, extramuros: acaso fue trasladado allí como material de construcción, o acaso marcaba una salida de Ávila desde los primeros tiempos urbanos.
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