Descripción |
La emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo, aparece representada rodeada de sus damas de compañía en un jardín recogiendo flores. La emperatriz se sitúa en el centro de la composición circular, en una posición más elevada que las damas, quienes conversan y se miran entre ellas. Ninguno de los personajes mira directamente al espectador. Todas lucen lujosos vestidos vaporosos con volantes y escotes de berta, siguiendo la moda de la década de los cincuenta.
Los retratos de Winterhalter eran apreciados por su elegancia, refinamiento y agradable idealización. En este retrato colectivo exhibe una gran habilidad para crear un composición casi teatral de sus modelos, siendo esta obra una de las más aclamadas de su carrera. Los cuadros de este autor fueron a menudo litografiados, ya que sus modelos eran frecuentemente miembros de las casas reales europeas, lo que ayudó a propagar su fama por todo el mundo. En este caso la obra fue pintada en 1855, para ser litografiada tan sólo tres años más tarde. Se trata de una exquisita litografía, llegando a una perfección técnica y una valoración absoluta de las medias tintas mediante el procedimiento de la aguatinta litográfica, gracias a la labor de Auguste Lemoine, uno de los litógrafos más prestigiosos de mediados de siglo en Europa.
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