Clasificación Razonada |
La historia de las bodegas Pedro Domecq en Jerez de la Frontera arranca cuando un irlandés, Patricio Murphy, se presenta en Jerez en 1725 con el propósito de establecer un negocio de telares que pronto cambió para dedicarse al mundo vinatero y funda la bodega en 1730. Unos años más tarde, un hombre de negocios francés llamado Juan Haurie Nebout se convirtió en asesor de Murphy y cuando este falleció soltero en 1762, le dejó a Haurie en herencia todos sus bienes. El viejo Haurie se dedica por completo al negocio del vino y, en el plazo de unos años, lo hace crecer adquiriendo importantes instalaciones. En la gestión se apoya en cinco sobrinos de tal modo que en 1791, se funda la razón "JUAN HAURIE Y SOBRINOS". Estos sobrinos heredaron el negocio a la muerte de su tío en 1794. En 1814, ya habían desaparecido todos excepto Juan Carlos Haurie quien, continúa con la sociedad aunque con situación muy precaria.
En este cerrado horizonte aparece Pedro Domecq Lembeye que es el primer Domecq que viene a España en 1816. Pedro era nieto de María Haurie, la hermana del fundador de la firma "Juan Haurie y Sobrinos" y había dejado Francia junto con su familia para huir de la persecución de los revolucionarios de 1789. En un primer momento se instaló en Londres donde constituyó en 1809 una sociedad dedicada a comprar de sherry y a ser agentes exclusivos en Inglaterra de la firma instituida por su tío-abuelo, "Juan Haurie y Sobrinos". En 1818, Pedro Domecq Lembeye firma la escritura por la cual adquiere de su tío, Juan Carlos Haurie, los derechos de la firma "Juan Haurie y Sobrinos". De esta forma en 1822 funda la razón "PEDRO DOMECQ".
Durante su gestión, la empresa se sitúa a la cabeza del comercio de los vinos de Jerez y adquiere una sólida estabilidad financiera. Trajo de Francia un revolucionario aparato rectificador para aguardientes de alta calidad. Pedro Domecq tuvo cinco hijas que llegaron a casarse con la nobleza francesa y se desligaron por completo de los negocios de su padre. Cuando Pedro Domecq Lembeye falleció de forma accidental en 1839, fue su hermano Juan Pedro, quien formó sociedad con sus sobrinas por sextas partes iguales. Con el paso del tiempo, todas fueron vendiéndoles su participación hasta que en 1864, se convirtió en el único titular del negocio.
En el año 1869 murió Juan Pedro Domecq Lembeye. Dos años antes, había formado con su sobrino Pedro Domecq Loustau, que trabajaba con él en la empresa, una sociedad regular comanditaria. Juan Pedro Domecq nombró heredero universal a Juan Pedro Aladro, hombre de confianza de la empresa. Pedro Domecq Loustau había llegado a Jerez cuando contaba dieciocho años. Pese a su juventud, gozaba de gran experiencia comercial pues estuvo en Londres en "Ruskin Telford and Domecq", sociedad que en 1865 se convirtió en "Peter Domecq and Co.". Con él, la Casa Pedro Domecq se engrandeció sobremanera. Completó las obras de "El Majuelo" en los viñedos de Macharnudo y amplió las bodegas. También a el se debe la creación de la marca Fundador en 1874, el primer brandy producido y comercializado en España.
Pedro Domecq Loustau fue el primero de la saga familiar en casarse con una mujer española, Carmen Núñez de Villavicencio. El creador de Fundador falleció el año 1894 y Juan Pedro de Aladro, copropietario de la bodega con Pedro Domecq Loustau, murió en 1914 sin descendencia.
En la dirección de la empresa, sucedieron a Pedro Domecq Loustau sus hijos: Pedro, marqués de Domecq, que dirigió la empresa hasta 1921 asistido por sus hermanos. Ellos vivieron el tremendo embate de la filoxera que asoló los viñedos jerezanos a finales del siglo pasado. Durante este período se producen las visitas del rey Alfonso XIII en 1904 y 1915, la segunda en compañía de su esposa, la reina Victoria Eugenia.
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