Descripción |
Vasija de barro rojo de forma estilizada. Tiene marcada diferencia entre el cuello y la panza. Tiene un asa que arranca del mismo bocal y cae recta hasta la mitad de la pieza, donde se remata con un estiramiento. En la panza lleva 2 que indica su capacidad
Entre 1908 y 1950, un alfarero procedente de Faro (Oviedo) y sus dos hijos, así como otro alfarero llegado de Talavera de la Reina (Toledo), fabricaron en Somió (Gijón) jarras y vasos de barro para beber sidra. Estos recipientes fueron habituales en los llagares de Gijón y Villaviciosa y sus tamaños respondían a medidas determinadas: 0,600, 1,250 y 2,250 litros. En ocasiones, llevaban incisas las marcas de sus propietarios.
Trabajador del alfar de Primitivo Cuesta en Faro (y de otros alfares de Llamas del Mouro, Somió y castilla). Enseñó a Ricardo Cuesta el manejo del torno.
Fue quien aportó los sellos de las siguientes incripciones: "Gijón. Somió. Primitivo." y "Viuda de Primitivo Cuesta" (no muy utilizados).
Influyó en el alfar de Ricardo y Enrique Cuesta, ya que aunque se amoldó a las formas Asturianas, sus trabajos estaban muy influenciados por lo castellano; los rasgos más importantes de su labor fueron: la introducción de asas que parten directamente del borde superior de la pieza, con una unión muy característica en él, la producción de formas claramente castellanas en jarras de sidra, cazuelas, potes y otros fabricados y la utilización de barros de Zamora.
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