Foto: Lucía Morate Benito

:: Ampliar Imagen ::

Museo Museo Nacional del Romanticismo
Inventario DE1885
Clasificación Genérica Pintura
Objeto/Documento Cuadro
Autor/a Lucas Villaamil, Eugenio (Lugar de nacimiento: Madrid, 14/01/1858 - Lugar de defunción: Madrid, 1918)
Título Romería de San Isidro
Materia/Soporte Lienzo
Técnica Pintura al óleo
Dimensiones Altura = 37,50 cm; Anchura = 58 cm
Marco: Anchura = 46,50 cm; Grosor = 4,50 cm; Altura = 67,50 cm
Descripción Escena costumbrista en la que se representa una conocida festividad de carácter popular, la romería en San Isidro en Madrid, celebrada en la pradera del mismo nombre. En primer plano, de pie o descansando sobre la hierba, un grupo de personajes que lucen brillantes colores en su indumentaria. Junto a ellos, sobre el suelo distintos elementos que hacen referencia a la merienda de la que están disfrutando: sandías, naranjas y varias piezas de alfarería popular, como cántaros, jarras o lebrillos. En el ángulo inferior izquierdo un hombre de rodillas se dirige a una sartén colocada al fuego, que humea al lado de una gran roca.
En un plano posterior un grupo de hombres y mujeres está bailando en un corro y tras ellos, sobre un ligero promontorio del terreno, se aprecian las carpas de los puestos ambulantes, entre los que se mueve una muchedumbre apenas esbozada, así como algunas casas o ventas situadas en esta zona. Al fondo se distingue una vista urbana de Madrid, en la destacan los perfiles de la cúpula de San Francisco el Grande y el Palacio Real.
El autor sitúa la escena en un lugar muy conocido de la capital, por celebrarse allí la romería del santo patrono, la pradera situada entre la ermita de San Isidro y el río Manzanares, un paraje que vemos representado a menudo en la pintura - desde el conocido boceto de Goya de "La pradera de San Isidro", hasta las paisajes de Genaro Pérez Villaamil y de Aureliano de Beruete, entre otros.

Técnicamente, el lienzo está ejecutado con una pincelada corta, suelta y empastada, destacando la cuidada armonía cromática y los ricos contrastes, que dan lugar a una escena de gran luminosidad y vivacidad.

El lienzo está firmado "Lucas Villamil", de manera muy similar a como aparece en otros cuadros de mano del mismo pintor. Eugenio Lucas Villaamil (1858-1918) desarrolló la mayor parte de su carrera durante el último tercio del siglo XIX, época en la que confluyen diversas corrientes estéticas en el panorama pictórico nacional. Hijo de Eugenio Lucas Velázquez, por lo que también se le conoció como "Lucas hijo", inició su formación artística en el taller del padre, continuando sus estudios en la Escuela Especial de Pintura de Madrid y llegando a participar en tres ocasiones en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Su trabajo se verá impregnado de una clara influencia paterna, del que heredará también el gusto por lo goyesco, que estará siempre muy presente en sus escenas de carácter costumbrista, ambientadas en el Madrid castizo y protagonizadas por majas y chisperos, de gran sabor popular. De su vida, su obra y su admiración por el trabajo de su padre tenemos noticias a través de las narraciones de José Lázaro Galdiano, quien fue su mecenas y para el que pintaría, hacia 1906-1908, la decoración mural de su residencia madrileña de "Parque Florido", hoy sede del Museo Lázaro Galdiano.

El pintor se aproxima a los argumentos -ya sean dentro del costumbrismo o dentro de la denominada "pintura de casacón", ambientada en el siglo XVIII y tan de moda en la época- desde una mirada amable, muy acorde con el gusto de la clientela burguesa del momento, que demandaba cuadros de pequeño formato, de estética colorista y temática anecdótica. En palabras de José Luis Díez, "su toque, menudo y chispeante, su alegría de color, lo pintoresco de sus argumentos y su indiscutible habilidad compositiva para la disposición de los personajes conceden a las escenas un indudable atractivo, de gran éxito en su tiempo entre un tipo de clientela media, que obligó al artista a la repetición casi en serie de este tipo de composiciones".

De hecho, por citar algunos ejemplos, uno de los personajes principales de este cuadro, el majo con chaquetilla blanca ornada con alamares celestes, sombrero y redecilla roja, colocado de pie y de espaldas, lo encontramos con similar indumentaria y en parecida postura en el lienzo "Recepción en el pueblo" de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza (CTB.2003.18). La maja sentada en la hierba de espaldas al espectador de "Merienda en el puente Viveros", de la RABASF (Nº Inv. 1168), luce adornos y traje parecidos; en este caso, encontramos similitudes tanto en la disposición de los personajes como en la vegetación y en la jarra y naranjas dispuestas sobre la pradera. Asimismo, la combinación de vestido amarillo y mantilla blanca de algunas de las figuras femeninas, la encontramos en otros cuadros como "Entrada a los toros, sol", de la misma colección malagueña antes citada (CTB.1995.47). A la luz de las características analizadas en su pintura, y en paralelismo con otras obras similares, se puede situar esta obra en las dos últimas décadas del siglo XIX, hacia los años 80-90.
Iconografia Escena costumbrista; Fiesta campestre; Fiesta popular
Datación 1880[ca]-1900[ca] [Últimas décadas siglo XIX]
Contexto Cultural/Estilo Reinado de Alfonso XIII (1886-1931)
| más imágenes |

Foto: Lucía Morate Benito

Foto: Lucía Morate Benito

Foto: Lucía Morate Benito

Foto: Fabián Álvarez Martín

Subir

© Ministerio de Cultura | v49.0 Accesibilidad | Mapa Web | Créditos | Contacte con Cer.es | Condiciones de uso | NIPO: 551-09-131-6