Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE03087
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla
Datación 400[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo General. Ibérico
Lugar de Procedencia Carmen del Mauror, Granada(Andalucía, España)
Gómez-Moreno Martínez, Manuel
Lugar Específico/Yacimiento Carmen del Mauror

Documento nº 1


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE03130
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Piedra Caliza Blanco amarillenta
Datación 1[ca]-50[ca]
Contexto Cultural/Estilo Alto Imperio Romano
Lugar de Procedencia Arjona(Campiña del Norte (comarca), Jaén)
Contreras Pérez de Herrasti, Ramón

Documento nº 2


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE08445
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla
Datación 400[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo Hierro Pleno. Ibérico
Lugar de Procedencia Necrópolis del Mirador de Rolando, Granada(Andalucía, España)
H.H. de La Salle
[La necrópolis del Mirador de Rolando es otro caso más de la arqueología granadina donde conocemos un importante conjunto de materiales de época ibérica, pero las circunstancias del hallazgo de los mismos sigue siendo una incógnita. Este conjunto delata la existencia de una importante y extensa necrópolis localizada en la parte superior del Cerro de San Miguel, en lo que hoy es el campus universitario de Cartuja. En concreto el hallazgo se produciría en los jardines del Noviciado de La Salle, teniendo mucho que ver con la situación de los hallazgos los miembros de esta comunidad religiosa, quienes en 1965 entregan estos materiales en el museo Arqueológico y Etnológico de Granada. Será el profesor Arribas quien diera a conocer este conjunto de materiales. El repertorio está en el contexto de los registros funerarios bastetanos. Aparece representada casi toda la panoplia ibérica: falcatas, soliferrea, puntas de lanza y posibles fragmentos de llantas de carro. En bronce destacan un braserillo y un jarro que formarían parte de algún servicio ritual; también dos fíbulas anulares hispánicas. En cerámica destacan las urnas caliciformes y globulares, con decoración polícroma y monocroma, vasitos, tapaderas, destacando sobre el resto la presencia de un kylix ático de figuras rojas.Todo este conjunto estaría abarcando un marco cronológico comprendido entre finales del siglo V a.C. y el siglo IV a.C. La importancia y la riqueza de los materiales del Mirador de Rolando no hacen más que confirmar, junto a otros registros arqueológicos contemporáneos recuperados en las intervenciones en la propia ciudad, caso del Depósito del Zacatín, la consolidación política y económica del Oppidum de Iliberri.]
Lugar Específico/Yacimiento Necrópolis del Mirador de Rolando

Documento nº 3


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE08446
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla
Datación 400[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo Hierro Pleno. Ibérico
Lugar de Procedencia Necrópolis del Mirador de Rolando, Granada(Andalucía, España)
H.H. de La Salle
[La necrópolis del Mirador de Rolando es otro caso más de la arqueología granadina donde conocemos un importante conjunto de materiales de época ibérica, pero las circunstancias del hallazgo de los mismos sigue siendo una incógnita. Este conjunto delata la existencia de una importante y extensa necrópolis localizada en la parte superior del Cerro de San Miguel, en lo que hoy es el campus universitario de Cartuja. En concreto el hallazgo se produciría en los jardines del Noviciado de La Salle, teniendo mucho que ver con la situación de los hallazgos los miembros de esta comunidad religiosa, quienes en 1965 entregan estos materiales en el museo Arqueológico y Etnológico de Granada. Será el profesor Arribas quien diera a conocer este conjunto de materiales. El repertorio está en el contexto de los registros funerarios bastetanos. Aparece representada casi toda la panoplia ibérica: falcatas, soliferrea, puntas de lanza y posibles fragmentos de llantas de carro. En bronce destacan un braserillo y un jarro que formarían parte de algún servicio ritual; también dos fíbulas anulares hispánicas. En cerámica destacan las urnas caliciformes y globulares, con decoración polícroma y monocroma, vasitos, tapaderas, destacando sobre el resto la presencia de un kylix ático de figuras rojas. Todo este conjunto estaría abarcando un marco cronológico comprendido entre finales del siglo V a.C. y el siglo IV a.C. La importancia y la riqueza de los materiales del Mirador de Rolando no hacen más que confirmar, junto a otros registros arqueológicos contemporáneos recuperados en las intervenciones en la propia ciudad, caso del Depósito del Zacatín, la consolidación política y económica del Oppidum de Iliberri.]
Lugar Específico/Yacimiento Necrópolis del Mirador de Rolando

Documento nº 4


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE08904
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla Rojizo
Datación 350[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo Hierro Pleno. Ibérico
Lugar de Procedencia Necrópolis del Cerro del Santuario, Baza(Baza (comarca), Granada): Tumba 5
Excavación, Presedo Velo, Francisco J.
[La necrópolis del Cerro del Santuario está situada en la hoya de Baza, a 791 m.s.n.m. Al SE corre el río de Baza, al NE se encuentra el Cerro Jabalcón, al W la ciudad de Baza, y más lejos, la Sierra de Baza. En la lejanía se ven los macizos de Cazorla y La Sagra. Geológicamente es una zona secundaria, de naturaleza yesosa, que forma una serie de pequeños o medianos cerros, que aparecen como islotes sobre a tierra llana de la hoya. Son todos de formación lechosa de estratificación horizontal. El Cerro del Santuario tiene una forma ovalada de unos 100 m. en dirección N-S y unos 60 m. en dirección E-W, ligeramente más alto hacia el W y suave declive hacia el E. Destaca sobre el nivel de la tierra de labor unos 5 m. en su parte más alta, y 2 m. en la parte más baja. Este cerro se incluye en una zona de gran concentración de yacimientos arqueológicos, como son el Cerro Cepero, a 800 m. al E. del Cerro del Santuario, que corresponde al oppidum de Basti y donde se infiere que vivia parte de la población enterrada en la necrópolis que comentamos. A unos 300 m. del Cerro Cepero, y separado por un arroyo, que corre hacia el río de Baza, se encuentra Cerro Largo, en el que se situaba una gran necrópolis de incineración conocida desde antiguo en la bibliografía, y de donde procede la urna-escultura cineraria del ´guerrero´ o ´ togado de Baza´.
Las excavaciones en el Cerro del Santuario se realizaron para tratar de documentar la necrópolis dado las remociones del terreno emprendidas por el dueño de la finca para el acondicionamiento agrícola. La zona N del cerro fue la más afectada. En el verano de 1968 Presedo obtiene permiso de excavación e inicia los trabajos por la parte W del cerro, documentando 17 enterramientos, cuyos ajuares fueron enviados al Museo Arqueológico de Granada, según ordenaba la Orden de Excavación. Durante el invierno y primavera siguientes el terreno fue arrendado y después vendido a Pedro Durán Farell, quien tenía interés en subvencionar las excavaciones, concediéndole la ley la propiedad de los objetos encontrados. De nuevo Presedo Velo obtiene el permiso de excavación para la campaña de 1969 en la que se descubrieron las tumbas 18 a 57. El material fue enviado, por orden de la Comisaría General, al MAN, donde se restauraron, dibujaron y fotografiaron las piezas a costa del Sr. Durán. Una vez preparado el inventario, el material pasó a propiedad del Sr. Durán, siendo instalado en el museo que hizo construir en su residencia de San Pedro de Premiá (Barcelona). En 1970 continuaron los trabajos en el mismo régimen que el año anterior, excavándose tumbas situadas hacia el E, de la 58 a la 132. El material fue enviado a San Pedro de Premiá, donde se procedería a su restauración y fotografía. En 1971 se realizó la última campaña de excavación, en la que se documentaron muchas de las tumbas con los ajuares más espectaculares, como la 155, que contenía la escultura cineraria de la Dama de Baza. Se excavaron las tumbas 131 a 183. Las excavaciones documentaron una mediana necrópolis de incineración que se utilizó durante todo el siglo IV a.C. Las tumbas se clasificaron en cuatro tipos: Tipo A, el más frecuente y distribuido por toda la necrópolis. Consiste en un hoyo hecho directamente en la tierra, de unos 0,35 m. de profundidad y una anchura de 0,30 m., en el cual se documenta una urna de cerámica con las cenizas del difunto, tapada con un plato y a su lado, a veces, va algún arma o pequeños vasos.Tipo B: son tumbas de dimensiones pequeñas, pero hechas de adobes o tierra apisonada de forma cuadrada y cubierta también por unos cuantos adobes, que a veces forman una superestructura en forma de pirámide. El ajuar es el mismo que en el grupo anterior, aunque con vasos decorados de cerámica ibérica. Tipo C: este grupo lo componen una serie de tumbas en cista, muy típicas en esta necrópolis. La forma más simple consiste en una cista construida con grandes lajas de piedra caliza local. Suelen ser cuatro, una a cada lado, puestas en un hoyo excavado en el suelo y encima una o varias lajas, según el tamaño de éstas. Todo el enterramiento se cubre con una superestructura de piedras y tierra, o bien de adobe, de unos cuantos centímetros de altura, de planta ovoide, rectangular o tumular. Las dimensiones de este tipo de tumbas varían. En los tipos menores son de 0,80 m. de largo por 0,60 m. de ancho y 0,50 m. de profundidad. Otros mayores, como la tumba 43, que mide 1,30 m. de largo, por 1 m. de ancho y 1,05 m. de profundidad y además dentro de la tumba se construyeron repisas con piedras y cal. A veces, alguna tumba de este tipo conservaba restos de pintura en rojo oscuro, con motivos geométricos, sobre la cal de la pared. En el suelo de la cista se coloca la urna o urnas cinerarias, ya que puedía contener varias incineraciones, y el ajuar, formado por pequeños vasos, cerámica ibérica pintada, cerámica ática, armas, restos de carros, adornos, etc.Tipo D: son tumbas cuya infraestructura consiste en una fosa rectangular con tendencia a la forma cuadrada excavada en la roca del cerro y con el ajuar depositado en el fondo. Se dividen en varios subtipos. La más sencilla es de unas dimensiones de algo menos de 1 m. de lado, con una profundidad de 40 cm., otras más grandes tienen más de 1 m. de lado y 1 m. de profundidad, y el tipo más grande, la tumba 176, alcanza los 3 m. de lado. Estos tipos debieron presentan superestructuras tumulares realizadas con entramados de madera. El rito es unas veces de incineración y otras de inhumación. En estos dos últimos subtipos se documentaron los ajuares más ricos y llamativos, como la 155 con ánforas pintadas, abundante cerámica ática, recipientes de metal y escultura de dama entronizada utilizada de urna cineraria.]
Lugar Específico/Yacimiento Necrópolis del Cerro del Santuario

Documento nº 5


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE08913
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla Rojizo
Datación 350[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo Hierro Pleno. Ibérico
Lugar de Procedencia Necrópolis del Cerro del Santuario, Baza(Baza (comarca), Granada): Tumba 14
Excavación, Presedo Velo, Francisco J.
[La necrópolis del Cerro del Santuario está situada en la hoya de Baza, a 791 m.s.n.m. Al SE corre el río de Baza, al NE se encuentra el Cerro Jabalcón, al W la ciudad de Baza, y más lejos, la Sierra de Baza. En la lejanía se ven los macizos de Cazorla y La Sagra. Geológicamente es una zona secundaria, de naturaleza yesosa, que forma una serie de pequeños o medianos cerros, que aparecen como islotes sobre a tierra llana de la hoya. Son todos de formación lechosa de estratificación horizontal. El Cerro del Santuario tiene una forma ovalada de unos 100 m. en dirección N-S y unos 60 m. en dirección E-W, ligeramente más alto hacia el W y suave declive hacia el E. Destaca sobre el nivel de la tierra de labor unos 5 m. en su parte más alta, y 2 m. en la parte más baja. Este cerro se incluye en una zona de gran concentración de yacimientos arqueológicos, como son el Cerro Cepero, a 800 m. al E. del Cerro del Santuario, que corresponde al oppidum de Basti y donde se infiere que vivia parte de la población enterrada en la necrópolis que comentamos. A unos 300 m. del Cerro Cepero, y separado por un arroyo, que corre hacia el río de Baza, se encuentra Cerro Largo, en el que se situaba una gran necrópolis de incineración conocida desde antiguo en la bibliografía, y de donde procede la urna-escultura cineraria del ´guerrero´ o ´ togado de Baza´.
Las excavaciones en el Cerro del Santuario se realizaron para tratar de documentar la necrópolis dado las remociones del terreno emprendidas por el dueño de la finca para el acondicionamiento agrícola. La zona N del cerro fue la más afectada. En el verano de 1968 Presedo obtiene permiso de excavación e inicia los trabajos por la parte W del cerro, documentando 17 enterramientos, cuyos ajuares fueron enviados al Museo Arqueológico de Granada, según ordenaba la Orden de Excavación. Durante el invierno y primavera siguientes el terreno fue arrendado y después vendido a Pedro Durán Farell, quien tenía interés en subvencionar las excavaciones, concediéndole la ley la propiedad de los objetos encontrados. De nuevo Presedo Velo obtiene el permiso de excavación para la campaña de 1969 en la que se descubrieron las tumbas 18 a 57. El material fue enviado, por orden de la Comisaría General, al MAN, donde se restauraron, dibujaron y fotografiaron las piezas a costa del Sr. Durán. Una vez preparado el inventario, el material pasó a propiedad del Sr. Durán, siendo instalado en el museo que hizo construir en su residencia de San Pedro de Premiá (Barcelona). En 1970 continuaron los trabajos en el mismo régimen que el año anterior, excavándose tumbas situadas hacia el E, de la 58 a la 132. El material fue enviado a San Pedro de Premiá, donde se procedería a su restauración y fotografía. En 1971 se realizó la última campaña de excavación, en la que se documentaron muchas de las tumbas con los ajuares más espectaculares, como la 155, que contenía la escultura cineraria de la Dama de Baza. Se excavaron las tumbas 131 a 183. Las excavaciones documentaron una mediana necrópolis de incineración que se utilizó durante todo el siglo IV a.C. Las tumbas se clasificaron en cuatro tipos: Tipo A, el más frecuente y distribuido por toda la necrópolis. Consiste en un hoyo hecho directamente en la tierra, de unos 0,35 m. de profundidad y una anchura de 0,30 m., en el cual se documenta una urna de cerámica con las cenizas del difunto, tapada con un plato y a su lado, a veces, va algún arma o pequeños vasos.Tipo B: son tumbas de dimensiones pequeñas, pero hechas de adobes o tierra apisonada de forma cuadrada y cubierta también por unos cuantos adobes, que a veces forman una superestructura en forma de pirámide. El ajuar es el mismo que en el grupo anterior, aunque con vasos decorados de cerámica ibérica. Tipo C: este grupo lo componen una serie de tumbas en cista, muy típicas en esta necrópolis. La forma más simple consiste en una cista construida con grandes lajas de piedra caliza local. Suelen ser cuatro, una a cada lado, puestas en un hoyo excavado en el suelo y encima una o varias lajas, según el tamaño de éstas. Todo el enterramiento se cubre con una superestructura de piedras y tierra, o bien de adobe, de unos cuantos centímetros de altura, de planta ovoide, rectangular o tumular. Las dimensiones de este tipo de tumbas varían. En los tipos menores son de 0,80 m. de largo por 0,60 m. de ancho y 0,50 m. de profundidad. Otros mayores, como la tumba 43, que mide 1,30 m. de largo, por 1 m. de ancho y 1,05 m. de profundidad y además dentro de la tumba se construyeron repisas con piedras y cal. A veces, alguna tumba de este tipo conservaba restos de pintura en rojo oscuro, con motivos geométricos, sobre la cal de la pared. En el suelo de la cista se coloca la urna o urnas cinerarias, ya que puedía contener varias incineraciones, y el ajuar, formado por pequeños vasos, cerámica ibérica pintada, cerámica ática, armas, restos de carros, adornos, etc.Tipo D: son tumbas cuya infraestructura consiste en una fosa rectangular con tendencia a la forma cuadrada excavada en la roca del cerro y con el ajuar depositado en el fondo. Se dividen en varios subtipos. La más sencilla es de unas dimensiones de algo menos de 1 m. de lado, con una profundidad de 40 cm., otras más grandes tienen más de 1 m. de lado y 1 m. de profundidad, y el tipo más grande, la tumba 176, alcanza los 3 m. de lado. Estos tipos debieron presentan superestructuras tumulares realizadas con entramados de madera. El rito es unas veces de incineración y otras de inhumación. En estos dos últimos subtipos se documentaron los ajuares más ricos y llamativos, como la 155 con ánforas pintadas, abundante cerámica ática, recipientes de metal y escultura de dama entronizada utilizada de urna cineraria.]
Lugar Específico/Yacimiento Necrópolis del Cerro del Santuario

Documento nº 6


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE08916
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla Marrón claro
Datación 350[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo Hierro Pleno. Ibérico
Lugar de Procedencia Necrópolis del Cerro del Santuario, Baza(Baza (comarca), Granada): Tumba 15
Excavación, Presedo Velo, Francisco J.
[La necrópolis del Cerro del Santuario está situada en la hoya de Baza, a 791 m.s.n.m. Al SE corre el río de Baza, al NE se encuentra el Cerro Jabalcón, al W la ciudad de Baza, y más lejos, la Sierra de Baza. En la lejanía se ven los macizos de Cazorla y La Sagra. Geológicamente es una zona secundaria, de naturaleza yesosa, que forma una serie de pequeños o medianos cerros, que aparecen como islotes sobre a tierra llana de la hoya. Son todos de formación lechosa de estratificación horizontal. El Cerro del Santuario tiene una forma ovalada de unos 100 m. en dirección N-S y unos 60 m. en dirección E-W, ligeramente más alto hacia el W y suave declive hacia el E. Destaca sobre el nivel de la tierra de labor unos 5 m. en su parte más alta, y 2 m. en la parte más baja. Este cerro se incluye en una zona de gran concentración de yacimientos arqueológicos, como son el Cerro Cepero, a 800 m. al E. del Cerro del Santuario, que corresponde al oppidum de Basti y donde se infiere que vivia parte de la población enterrada en la necrópolis que comentamos. A unos 300 m. del Cerro Cepero, y separado por un arroyo, que corre hacia el río de Baza, se encuentra Cerro Largo, en el que se situaba una gran necrópolis de incineración conocida desde antiguo en la bibliografía, y de donde procede la urna-escultura cineraria del ´guerrero´ o ´ togado de Baza´.
Las excavaciones en el Cerro del Santuario se realizaron para tratar de documentar la necrópolis dado las remociones del terreno emprendidas por el dueño de la finca para el acondicionamiento agrícola. La zona N del cerro fue la más afectada. En el verano de 1968 Presedo obtiene permiso de excavación e inicia los trabajos por la parte W del cerro, documentando 17 enterramientos, cuyos ajuares fueron enviados al Museo Arqueológico de Granada, según ordenaba la Orden de Excavación. Durante el invierno y primavera siguientes el terreno fue arrendado y después vendido a Pedro Durán Farell, quien tenía interés en subvencionar las excavaciones, concediéndole la ley la propiedad de los objetos encontrados. De nuevo Presedo Velo obtiene el permiso de excavación para la campaña de 1969 en la que se descubrieron las tumbas 18 a 57. El material fue enviado, por orden de la Comisaría General, al MAN, donde se restauraron, dibujaron y fotografiaron las piezas a costa del Sr. Durán. Una vez preparado el inventario, el material pasó a propiedad del Sr. Durán, siendo instalado en el museo que hizo construir en su residencia de San Pedro de Premiá (Barcelona). En 1970 continuaron los trabajos en el mismo régimen que el año anterior, excavándose tumbas situadas hacia el E, de la 58 a la 132. El material fue enviado a San Pedro de Premiá, donde se procedería a su restauración y fotografía. En 1971 se realizó la última campaña de excavación, en la que se documentaron muchas de las tumbas con los ajuares más espectaculares, como la 155, que contenía la escultura cineraria de la Dama de Baza. Se excavaron las tumbas 131 a 183. Las excavaciones documentaron una mediana necrópolis de incineración que se utilizó durante todo el siglo IV a.C. Las tumbas se clasificaron en cuatro tipos: Tipo A, el más frecuente y distribuido por toda la necrópolis. Consiste en un hoyo hecho directamente en la tierra, de unos 0,35 m. de profundidad y una anchura de 0,30 m., en el cual se documenta una urna de cerámica con las cenizas del difunto, tapada con un plato y a su lado, a veces, va algún arma o pequeños vasos.Tipo B: son tumbas de dimensiones pequeñas, pero hechas de adobes o tierra apisonada de forma cuadrada y cubierta también por unos cuantos adobes, que a veces forman una superestructura en forma de pirámide. El ajuar es el mismo que en el grupo anterior, aunque con vasos decorados de cerámica ibérica. Tipo C: este grupo lo componen una serie de tumbas en cista, muy típicas en esta necrópolis. La forma más simple consiste en una cista construida con grandes lajas de piedra caliza local. Suelen ser cuatro, una a cada lado, puestas en un hoyo excavado en el suelo y encima una o varias lajas, según el tamaño de éstas. Todo el enterramiento se cubre con una superestructura de piedras y tierra, o bien de adobe, de unos cuantos centímetros de altura, de planta ovoide, rectangular o tumular. Las dimensiones de este tipo de tumbas varían. En los tipos menores son de 0,80 m. de largo por 0,60 m. de ancho y 0,50 m. de profundidad. Otros mayores, como la tumba 43, que mide 1,30 m. de largo, por 1 m. de ancho y 1,05 m. de profundidad y además dentro de la tumba se construyeron repisas con piedras y cal. A veces, alguna tumba de este tipo conservaba restos de pintura en rojo oscuro, con motivos geométricos, sobre la cal de la pared. En el suelo de la cista se coloca la urna o urnas cinerarias, ya que puedía contener varias incineraciones, y el ajuar, formado por pequeños vasos, cerámica ibérica pintada, cerámica ática, armas, restos de carros, adornos, etc.Tipo D: son tumbas cuya infraestructura consiste en una fosa rectangular con tendencia a la forma cuadrada excavada en la roca del cerro y con el ajuar depositado en el fondo. Se dividen en varios subtipos. La más sencilla es de unas dimensiones de algo menos de 1 m. de lado, con una profundidad de 40 cm., otras más grandes tienen más de 1 m. de lado y 1 m. de profundidad, y el tipo más grande, la tumba 176, alcanza los 3 m. de lado. Estos tipos debieron presentan superestructuras tumulares realizadas con entramados de madera. El rito es unas veces de incineración y otras de inhumación. En estos dos últimos subtipos se documentaron los ajuares más ricos y llamativos, como la 155 con ánforas pintadas, abundante cerámica ática, recipientes de metal y escultura de dama entronizada utilizada de urna cineraria.]
Lugar Específico/Yacimiento Necrópolis del Cerro del Santuario

Documento nº 7


Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Granada
Inventario CE08919
Objeto/Documento Urna cineraria
Materia/Soporte Arcilla Marrón claro
Datación 350[ac][ca]-300[ac][ca]
Contexto Cultural/Estilo Hierro Pleno. Ibérico
Lugar de Procedencia Necrópolis del Cerro del Santuario, Baza(Baza (comarca), Granada): Tumba 16
Excavacion, Presedo Velo, Francisco J.
[La necrópolis del Cerro del Santuario está situada en la hoya de Baza, a 791 m.s.n.m. Al SE corre el río de Baza, al NE se encuentra el Cerro Jabalcón, al W la ciudad de Baza, y más lejos, la Sierra de Baza. En la lejanía se ven los macizos de Cazorla y La Sagra. Geológicamente es una zona secundaria, de naturaleza yesosa, que forma una serie de pequeños o medianos cerros, que aparecen como islotes sobre a tierra llana de la hoya. Son todos de formación lechosa de estratificación horizontal. El Cerro del Santuario tiene una forma ovalada de unos 100 m. en dirección N-S y unos 60 m. en dirección E-W, ligeramente más alto hacia el W y suave declive hacia el E. Destaca sobre el nivel de la tierra de labor unos 5 m. en su parte más alta, y 2 m. en la parte más baja. Este cerro se incluye en una zona de gran concentración de yacimientos arqueológicos, como son el Cerro Cepero, a 800 m. al E. del Cerro del Santuario, que corresponde al oppidum de Basti y donde se infiere que vivia parte de la población enterrada en la necrópolis que comentamos. A unos 300 m. del Cerro Cepero, y separado por un arroyo, que corre hacia el río de Baza, se encuentra Cerro Largo, en el que se situaba una gran necrópolis de incineración conocida desde antiguo en la bibliografía, y de donde procede la urna-escultura cineraria del ´guerrero´ o ´ togado de Baza´.
Las excavaciones en el Cerro del Santuario se realizaron para tratar de documentar la necrópolis dado las remociones del terreno emprendidas por el dueño de la finca para el acondicionamiento agrícola. La zona N del cerro fue la más afectada. En el verano de 1968 Presedo obtiene permiso de excavación e inicia los trabajos por la parte W del cerro, documentando 17 enterramientos, cuyos ajuares fueron enviados al Museo Arqueológico de Granada, según ordenaba la Orden de Excavación. Durante el invierno y primavera siguientes el terreno fue arrendado y después vendido a Pedro Durán Farell, quien tenía interés en subvencionar las excavaciones, concediéndole la ley la propiedad de los objetos encontrados. De nuevo Presedo Velo obtiene el permiso de excavación para la campaña de 1969 en la que se descubrieron las tumbas 18 a 57. El material fue enviado, por orden de la Comisaría General, al MAN, donde se restauraron, dibujaron y fotografiaron las piezas a costa del Sr. Durán. Una vez preparado el inventario, el material pasó a propiedad del Sr. Durán, siendo instalado en el museo que hizo construir en su residencia de San Pedro de Premiá (Barcelona). En 1970 continuaron los trabajos en el mismo régimen que el año anterior, excavándose tumbas situadas hacia el E, de la 58 a la 132. El material fue enviado a San Pedro de Premiá, donde se procedería a su restauración y fotografía. En 1971 se realizó la última campaña de excavación, en la que se documentaron muchas de las tumbas con los ajuares más espectaculares, como la 155, que contenía la escultura cineraria de la Dama de Baza. Se excavaron las tumbas 131 a 183. Las excavaciones documentaron una mediana necrópolis de incineración que se utilizó durante todo el siglo IV a.C. Las tumbas se clasificaron en cuatro tipos: Tipo A, el más frecuente y distribuido por toda la necrópolis. Consiste en un hoyo hecho directamente en la tierra, de unos 0,35 m. de profundidad y una anchura de 0,30 m., en el cual se documenta una urna de cerámica con las cenizas del difunto, tapada con un plato y a su lado, a veces, va algún arma o pequeños vasos.Tipo B: son tumbas de dimensiones pequeñas, pero hechas de adobes o tierra apisonada de forma cuadrada y cubierta también por unos cuantos adobes, que a veces forman una superestructura en forma de pirámide. El ajuar es el mismo que en el grupo anterior, aunque con vasos decorados de cerámica ibérica. Tipo C: este grupo lo componen una serie de tumbas en cista, muy típicas en esta necrópolis. La forma más simple consiste en una cista construida con grandes lajas de piedra caliza local. Suelen ser cuatro, una a cada lado, puestas en un hoyo excavado en el suelo y encima una o varias lajas, según el tamaño de éstas. Todo el enterramiento se cubre con una superestructura de piedras y tierra, o bien de adobe, de unos cuantos centímetros de altura, de planta ovoide, rectangular o tumular. Las dimensiones de este tipo de tumbas varían. En los tipos menores son de 0,80 m. de largo por 0,60 m. de ancho y 0,50 m. de profundidad. Otros mayores, como la tumba 43, que mide 1,30 m. de largo, por 1 m. de ancho y 1,05 m. de profundidad y además dentro de la tumba se construyeron repisas con piedras y cal. A veces, alguna tumba de este tipo conservaba restos de pintura en rojo oscuro, con motivos geométricos, sobre la cal de la pared. En el suelo de la cista se coloca la urna o urnas cinerarias, ya que puedía contener varias incineraciones, y el ajuar, formado por pequeños vasos, cerámica ibérica pintada, cerámica ática, armas, restos de carros, adornos, etc.Tipo D: son tumbas cuya infraestructura consiste en una fosa rectangular con tendencia a la forma cuadrada excavada en la roca del cerro y con el ajuar depositado en el fondo. Se dividen en varios subtipos. La más sencilla es de unas dimensiones de algo menos de 1 m. de lado, con una profundidad de 40 cm., otras más grandes tienen más de 1 m. de lado y 1 m. de profundidad, y el tipo más grande, la tumba 176, alcanza los 3 m. de lado. Estos tipos debieron presentan superestructuras tumulares realizadas con entramados de madera. El rito es unas veces de incineración y otras de inhumación. En estos dos últimos subtipos se documentaron los ajuares más ricos y llamativos, como la 155 con ánforas pintadas, abundante cerámica ática, recipientes de metal y escultura de dama entronizada utilizada de urna cineraria.]
Lugar Específico/Yacimiento Necrópolis del Cerro del Santuario

Documento nº 8


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