Descripción |
En la escena se muestra el interior de una vivienda humilde, pobre, pero también limpia. Dentro, una familia se lamenta por su miseria. La madre llora desconsoladamente mientras una de las hijas se asoma a la puerta, simbolizando quizás la búsqueda de un último rayo de esperanza. En la esquina inferior izquierda aparecen los aparejos de carpintero del padre, que nos inducen a pensar en que éste está desempleado.
Manuel González Santos, pintor costumbrista de la escuela sevillana a caballo entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, refleja en esta escena el clima de desánimo, pobreza y miseria propio de la época.
El trazo es suelto, sobre todo al fondo, ganando precisión en los rostros y en primer plano.
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