| Descripción |
Busto relicario realizado en madera, representando a San Marcial, obispo. Aparece con el brazo derecho levantado, portando en ambas manos anillos, insignia de los obispos, símbolo de desposorio y fidelidad con la Iglesia. Su cabeza aparece coronada por una mitra, atributo de los obispos desde el siglo X, del que cuelgan por la parte trasera las ínfulas (en número de dos, simbolizando el Antiguo y el Nuevo Testamento). En el pecho porta la cajita-relicario, hoy vacía, que se abre para introducir la reliquia en el interior. Está totalmente decorado. La parte más interesante de esta decoración es la posterior, donde se representa en un bajorrelieve un busto de San Pedro, con la tiara papal y triple corona (símbolo del triple poder como obispo de Roma, supremo pastor de la Iglesia y jefe de los Estados Pontificios), las dos llaves (el poder de absolución y el poder de excomunión) y la cruz. Se representa a San Pedro posiblemente por su vinculación con San Marcial, ya que recibió el bautismo de manos de San Pedro.
San Marcial era el santo titular de una pequeña iglesia situada en la Puerta Alta, que desapareció posiblemente a mitad del siglo XIX.
Este es un busto utilizado para el ser expuesto en las numerosas procesiones que se celebraban en Daroca, documentadas ya desde la Edad Media. El día del patrón de cada una de las iglesias, éstas disfrutaban del privilegio de tocar sus campanas en primer lugar, antes incluso que las de la Colegial, que es la que, por ser la mayor, lo hacía a lo largo del año. Celebraban sus correspondientes festejos y entre ellos se realizaba una procesión por la ciudad. Las salidas de la misma estaban totalmente regidas por el Capítulo de las seis iglesias principales y el de la Colegial, que a menudo se enfrentaban por esta cuestión.
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