| Museo |
Colección de obras artísticas del Ayuntamiento de Zaragoza
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| Inventario |
03430
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| Departamento |
Servicio de Cultura. Ayuntamiento de Zaragoza
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| Clasificación Genérica |
Artes visuales. Fotografía; Artes de la imagen
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| Objeto/Documento |
Fotografía
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| Tipología/Estado |
Fotografía artística
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| Autor/a |
Duce Gracia, José Antonio (Lugar de nacimiento: Zaragoza (m), 12/12/1933) Escuela/Taller: Zaragoza, calle a calle
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| Título |
Luis R.
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| Materia/Soporte |
Papel fotográfico
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| Técnica |
Revelado
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| Dimensiones |
Fondo con marco: Altura = 50,50 cm; Anchura = 40,50 cm; Profundidad = 2 cm
Fondo sin marco: Altura = 40 cm; Anchura = 29 cm
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| Descripción |
Retrato de un hombre al estilo de los retratos de corte de la Edad Moderna. Una imagen en la que el retratado, de tres cuarto, se gira hacia el espectador con un rostro en actitud solemne, caracterizado con una vestimenta como hombre del renacimiento.
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| Iconografia |
Retrato; Indumentaria
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| Inscripciones/Leyendas |
Etiqueta en el reverso de la enmarcación.
30/Luis R. 1982. fotografía b/n 40 x 29
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| Firmas/Marcas/Etiquetas |
(Abajo, derecha)
Duce Gracia, José Antonio
J.A. Duce [Sello en relieve]
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| Datación |
1982 (Edad Contemporánea)
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| Contexto Cultural/Estilo |
Siglo XX
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| Uso/función |
Expositiva, decorativa
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| Clasificación Razonada |
El género del retrato es uno de los más trabajados por José Antonio Duce y por ello a lo largo de su trayectoria podemos encontrar diferentes planteamientos, diferentes maneras de abarcarlo que no tienen una sucesión lineal en el tiempo, sino que en función de la significación que quiera darle a ese retrato lo proyectará de una manera u otra. Todo ello influenciado, además, por las renovaciones en cuanto al concepto de fotografía, su estética y función, que se comenzaban a gestar en los años cincuenta, momento en el que Duce realizó su incursión en este campo. Una renovación que en el género del retrato va a transitar desde un retrato estático que busca una representación lo más fidedigna posible de la naturaleza, a un retrato más dinámico y en el que se recoge una representación psicológica del retratado.
En los años cincuenta nos vamos a encontrar en la producción de Duce un retrato muy ligado a su interés por el mundo del cine en aquella época. Pero también al mundo de la moda y la publicidad y de las tendencias que en este ámbito se estaba gestando y que llegaban a Duce a través de la revista «Popular Photography». Así encontramos en sus retratos la influencia de la estética Pin-Up en retratos como «Celia» (1955) y «Pili» (1957), y retratos pensados como books fotográficos en los que hay una clara influencia formal del mundo de cine y la publicidad en cuanto a las composiciones que en ellos vemos o las poses de los retratados.
Coetáneos a estos retratos, a finales de los cincuenta, en su producción se comienza a ver un retrato más realista, austero y directo en el que la introspección psicológica en el retratado gana protagonismo. Un retrato que vendría a estar influenciado por fotógrafos como Richard Avedon, Irving Penn, o, en el terreno español, por Alberto Schommer, Oriol Maspons o Leopoldo Pomés.
En los años sesenta, continuando con el retrato directo, realiza una serie a María Pilar López Calleja (1963-1964), en la que vemos además la espontaneidad y naturalidad que caracterizarán al retrato moderno de los sesenta, pero manteniendo las composiciones austeras de la década anterior que ayudan a reforzar la atención en el retrato psicológico de la representada. Una serie de retratos totalmente opuestos a los que realizará en esos mismos años a las actrices Katia Loritz y Perla Cristal durante su estancia en el Monasterio de Piedra (Zaragoza) en que tuvo lugar el rodaje del film «El Rostro del asesino» (Pedro Lazaga, 1964), en el que las dos trabajaron y donde podemos ver una clara vuelta a esa fotografía influencia por el mundo el cine y la publicidad con poses marcadas y un telón de fondo más preparado.
Siguiendo este último planteamiento, encontraremos también retratos en la línea de la despersonalización, caracterizados, más cercanos al juego sarcástico, como el retrato del médico Fernando Manrique (1963) o el del fotógrafo José Luis Cintora (1974). Una despersonalización que llegará a su punto álgido con la serie «No Identificados», donde, a través de deformaciones y una serie de alteraciones en el proceso del revelado, llegará incluso a la eliminación de la identidad de los retratados para crear una obra personal y una visión propia del género.
Como vemos, en la producción de Duce convergen dos planteamientos muy diferentes, pero que ejemplifican la concepción que el propio fotógrafo tiene del retrato. Entendido por un lado como un medio con el que poder retratar psicológicamente al retratado, haciendo hincapié a la hora de recoger su imagen en su carácter y forma de ser. Y por otro lado, entendiendo el retrato como un medio de expresión con el que el propio fotógrafo puede contar una idea o un concepto. Lo cual llevará a nuevos límites expresivos, entre mediados de los noventa y comienzos del nuevo milenio, por medio de la técnica digital.
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| Bibliografía |
Catálogo de la exposición: José Antonio Duce. Retrospectiva, 1952-2001. Zaragoza (m): Ayuntamiento de Zaragoza, 2001. pp.33-40.
LÁZARO SEBASTIÁN, Francisco Javier. José Antonio Duce, fotógrafo y cineasta. Zaragoza (m): Institución Fernando el Católico, 2016. pp.112-125.
Lomba Serrano, Concepción; Giménez Navarro, Cristina. ´No identificados´. Experimentación técnica y renovación del concepto de retrato en la obra de José Antonio Duce. XII Coloquio de Arte Aragonés. El arte del siglo XX. Zaragoza (m): Institución Fernando el Católico, 2009, 435-450. p.435-450.
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