Descripción |
Precioso retrato infantil, en el que aparecen representados Alejandro y Luis Ferrant, sobrinos e hijastros del pintor. Luis aparece sentado, ligeramente inclinado al apoyarse sobre su rodilla, con un perrito sobre su regazo. A su lado, de pie, Alejandro, con un sombrero tipo "mosquetero" en la mano. Ambos visten trajes blancos con sobrefalda, marcados por lazada y líneas de color azul, con pololos blancos de puntilla y polainas abotonadas en el lateral. Los infantes situados ante un jardín, de naturaleza apacible y confortable, lleno de detalles simbólicos como la escultura de Cupido adolescente que adorna la fuente del estanque
Alejandro y Luis Ferrant y Fischermans eran hijos de Alejandro Ferrant Llausás, hermano del autor de este retrato. Al morir Alejandro, el pintor casa en segundas nupcias con su viuda, María Fischermans Casado, convirtiéndose a la vez que tío, en padrastro de los dos niños. Con respecto a los infantes, hay que exponer que Luis murió siendo aún niño, mientras que Alejandro, fue un pintor de gran renombre y padre del escultor Ángel Ferrant.
Obra de exquisita delicadeza en la que contemplamos las características más señaladas del retrato infantil decimonónico: el uso del jardín como fondo, la representación de animales de compañía junto con los niños y la naturalidad de los rostros de los retratados llenos de gracia y ademanes de carácter íntimo afectivo. Observamos también el predominio del dibujo frente a lo abocetado del paisaje, siendo el dibujo en algunas zonas casi inapreciable como en las plumas de los sombreros. El estilo del pintor responde a la estética academicista que se impone en la época. También destacan en este lienzo las reminiscencias clásicas, visibles en los elementos arquitectónicos, aprendidas durante su estancia en Roma.
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