Descripción |
Gaita de fuelle de soplo directo. Consta de un tubo insuflador, un tubo melódico de sección cónica provisto de siete orificios digitables (uno posterior) y cuatro orificios tonales (uno obturado); un bordón bajo con lengüeta simple dividido en tres secciones, la última de las cuales remata en un resonador hueco en forma de copa. El depósito de aire, de gran capacidad, es de piel ovina entera, curtida sin pelo. Carece de de funda, aunque presenta unos penachos de fleco de algodón de color rojo y verde fijados a los amarres que obturan los orificios de las patas delanteras del animal.
La "bodega" se toca en Lauragais (Haut Languedoc, Francia) y en Montagne Noire (suroeste del Macizo Central, departamento de Tarn). Toma nombre de su depósito de aire, que en occitano se llama "bodega", palabra usualmente aplicada a los odres de vino. También recibe el nombre occitano de "craba", que significa "cabra", otra de las fórmulas más extendidas para denominar a instrumentos cuyo depósito de aire se hace de la piel de este animal.
Posee la misma estructura y partes que las gaitas del noroeste de la Península Ibérica, el "biniou kozh" de la Bretaña, la "veuze" de Alta Bretaña y Nantes y el "baghèt" de Bérgamo (Italia), aunque sobrepasa ampliamente en dimensiones a cualquiera de estos instrumentos y a casi todas las demás gaitas del mundo, si exceptuamos la "zampogna" italiana o el "hrubé gajdy" eslovaco. También suele vestirse con una funda para el fuelle y flecos en el roncón, aunque el ejemplar del museo carece de estos ornamentos textiles.
Su repertorio consiste en marchas lentas empleadas durante el mes de mayo a modo de serenata, marchas de boda, marchas procesionales y bailes, generalmente de parejas enlazadas: polkas y mazurkas, que constituyen el grueso de su repertorio, generado en el siglo XX, aunque hay ejemplos más antiguos, como la "bourrée" y la "farandole".
El ejemplar del museo procede del taller de Charles Alexandre, artesano de origen bretón afincado en Villardonnel (Aude, Francia) y principal promotor de la recuperación de la "bodega" gracias a los trabajos de campo realizados entre 1965 - 1975, en los que se basa su artículo "La cornemuse du Languedoc" (1977).
No se conocen los detalles de su adquisición. No figura en el catálogo de 1970, pero el 2 de marzo de 1973 Rafael Meré publicó en el diario gijonés "El Comercio" el artículo titulado "La gaita del Languedoc", en el que reproducía punto por punto el citado artículo de Charles Alexandre, al que tuvo acceso a través de la revista bretona "Ar Sonner". Dado que era habitual que Meré divulgase en la prensa local las nuevas adquisiciones del museo, presumiblemente el instrumento ya habría ingresado en esa fecha.
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