Museo |
Museo Arqueológico de Sevilla
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Inventario |
CE11136
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Departamento |
Conservación e Investigación
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Clasificación Genérica |
Escultura
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Objeto/Documento |
Estatuilla
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Título |
Astarté de El Carambolo
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Materia/Soporte |
Bronce
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Técnica |
Fundición a la cera perdida Inscripción: Grabado
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Dimensiones |
Altura = 16,60 cm; Anchura = 4,50 cm; Profundidad = 11 cm; Peso = 865 gr Escabel: Altura = 3 cm; Anchura = 4,50 cm; Profundidad = 3,90 cm
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Descripción |
Escultura de estilo egipcio- saita que representa a la diosa fenicia Astarté sentada sobre un escabel con inscripción. La figura aparece desnuda, con marcado frontalismo y el brazo derecho levantado en un gesto solemne. Aparece peinada con una larga melena al estilo egipcio, recogida por detrás de las orejas y dividida en dos crenchas de tirabuzones, que le caen sobre los hombros y le llegan a la altura de los senos. Los rasgos faciales, con los ojos almendrados, delatan su origen oriental.
Le falta el brazo izquierdo, la mano del derecho y el asiento. Presenta abrasiones en las piernas, y está cubierta de una pátina verdosa.
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Iconografia |
Astarté
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Inscripciones/Leyendas |
Incisión, Votiva (Este trono han hecho Ba`lyaton hijo de Dommilk y Abdba´l hijo de Dommilk hijo de Ysh´al para Astarte-Hor, nuestra señora, porque ha escuchado la voz de sus palabras) [Fuente: Amadasi, 1992]
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Datación |
725[ac]=626[ac] (Finales s. VIII-Primera mitad s. VII a.C.)
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Contexto Cultural/Estilo |
Bronce Final. Orientalizante
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Uso/función |
Votiva
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Lugar de Procedencia |
El Carambolo, Camas(Vega del Guadalquivir (comarca), Sevilla (p)) Hallazgo casual,
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Lugar Específico/Yacimiento |
El Carambolo
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Clasificación Razonada |
Esta figura fue identificada desde el momento de su hallazgo con la diosa Astarté, patrona de la ciudad de Tiro, de la que procedían la mayor parte de los colonizadores fenicios que llegaron a la Península Ibérica. El origen de su culto se remonta al III milenio a. C. y son varios los documentos y objetos antiguos que nos hablan de esta diosa: la Biblia, las tablillas cuneiformes mesopotámicas, los archivos palaciales de Mari y Ebla, o algunas inscripciones egipcias entre otros documentos.
A lo largo del I milenio a. C., Astarte fue adorada en numerosos santuarios y lugares sagrados del Occidente del Mediterráneo, pero para nosotros destaca el cerro de El Carambolo (Camas, Sevilla). En este espacio su culto se desarrolló desde el siglo IX hasta el VI a. C., el cual estuvo en relación con la antigua fundación fenicia de Spal, actual Sevilla, y con el intenso tráfico comercial que a través de distintos puertos y embarcaderos ponía en contacto el Guadalquivir con el Mediterráneo Oriental y el Atlántico.
La diosa de El Carambolo contó con un ajuar litúrgico muy destacado, entre otros elementos, el conocido tesoro de El Carambolo descubierto casualmente en 1958 durante el desarrollo de unas obras en las instalaciones de el Tiro a Pichón. El lugar fue excavado en la década de los 60 del pasado siglo y entre 2002-2005, confirmándose la existencia de un gran complejo religioso fenicio con varios templos y capillas.
Esta estatuilla esconde una valiosa información: la inscripción epigráfica del pedestal donde reposan sus pies. Se trata de la inscripción fenicia más antigua (siglo VIII a. C.) existente hasta la fecha en el mundo de las colonias occidentales, y nos presenta la existencia de una ofrenda -la estatuilla en sí misma como exvoto- que dos hermanos realizaron a la diosa del santuario de El Carambolo en respuesta a la protección y/o ayuda prestada por la diosa.
Los viajes por el Mediterráneo y las largas distancias contribuyeron a que los navegantes, viajeros y comerciantes de distintas procedencias tomaran a Astarte como protectora. En el siglo X a. C. los reyes y príncipes de las más importantes ciudades orientales como por ejemplo Tiro, eran sacerdotes de su culto, Astarte era considerada la diosa patrona de sus ciudades y garante del sistema dinástico. Las amplias atribuciones de Astarte la presentan como una diosa versátil y múltiple. Junto con su pareja masculina, Baal, fue venerada en múltiples lugares del Mediterráneo Antiguo; Italia, Norte de África , Malta, Grecia, Chipre, Tiro, Biblos, Sidón, etc.
La iconografía de Astarté es amplia, la diosa además posee un fuerte carácter anicónico, lo que dificulta la identificación de su culto. Las representaciones no figuradas de la diosa pueden darse sobre un elemento pétreo que llamamos betilo, o sobre imágenes esquemáticas o vegetales, por ejemplo una roseta o una flor de loto pueden representar a Astarté. Como roseta de 11 pétalos aparece en el conocido tesoro de El Carambolo, en una composición figurativa que alterna cuerpos esféricos que representan a Baal -dios de la montaña- y rosetas que son identificadas con Astarte. La diosa posee también connotaciones astrales, fue asimilada a Venus la estrella guía de la navegación fenicia, y representada por ello en forma de estrella.
En definitiva, todo un universo simbólico al que poco podemos acceder a través de la arqueología, aunque en nuestro caso, la inscripción de la Astarté sevillana es importantísima y ha sido una referencia para todos los estudios de las religiones orientales y en concreto para cualquier investigación sobre la diosa, protagonista femenina de la religión del Mediterráneo antiguo en el I milenio a. C.
Desde el punto de vista técnico presenta las mismas características que los bronces egiptizantes de Huelva y Cádiz, con fuertes conexiones con la tecnología oriental. Fue fundida en una sola pieza, salvo el escabel -trabajado en hueco para grabar la inscripción-, y el brazo izquierdo, unido originalmente al cuerpo a través de una mortaja que conserva a la altura del hombro. Posiblemente sostuvo un cetro, según otras representaciones conocidas de la diosa
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Tipo de Colección |
Colección Estable
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Bibliografía |
Tras el rastro de la Astarté de El Carambolo. Temas de Estética y Arte. 2011, 25, p. 16-52. AMADASI GUZZO, Maria Giulia. Astarte in Trono. En: Heltzer, Michael(ed). Studies in the archaeology and history of ancient Israel in honour of Moshe Dothan. Haifa University Press, 1993. ARANEGUI GASCÓ, Carmen(ed). Argantonio Rey de Tartessos. Sevilla (p): Fundación El Monte, 2000. P. 223. Ficha de catálogo nº 33 BLÁZQUEZ MARTÍNEZ, José María. Tartessos y los orígenes de la colonización fenicia en Occidente. Salamanca: Universidad de Salamanca, 1975. P. 111-112. BONNET, Corinne. Astarté. Dossier documentaire et perspectives historiques. Roma: Istituto per la Civiltá Fenicia e Punica, 1996. FERNÁNDEZ GÓMEZ, Fernando. Arqueología del Valle del Guadalquivir, de la Prehistoria a Roma. Vitoria: Caja Vital Kutxa, 2004. P. 32-33 y 91. FERNÁNDEZ GÓMEZ, Fernando. Tesoros de la antigüedad en el Valle del Guadalquivir. Sevilla (p): Junta de Andalucía. Consejería de Cultura, 1997. P. 56-57. FUENTES ESTAÑOL, María José. Corpus de las inscripciones fenicias, púnicas y neopúnicas de España. Barcelona: 1986. P. 71-72, nº 14.01. JIMÉNEZ ÁVILA, Javier. La toreútica orientalizante en la Península Ibérica. Madrid: Real Academia de la Historia, 2002. P. 290-294. MEZA, Alicia I.. The phoenician heritage in the Guadalquivir Valley: ancient egyptian material culture, religious thought and science. Actas del 16 Congreso Mundial de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (Florianópolis. 2011). Miscellania. Theory, Rock Art and Heritage. Oxford: British Archaeological Report, 2014. - (BAR S2659). RÖLLIG, Wolfgang. Zur phönizischen inschrift der Astarté-Statuette in Sevilla (Hispania 14). Madrider Mitteilungen. 1969, 10, p. 141-145. SOLÁ-SOLÉ, Josep María. Nueva inscripción fenicia de España. Rivista degli Studi Orientali. Roma: 1966, 41, p. 97-108.
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Observaciones |
Disponible para exposición temporal, de acuerdo a la normativa legal vigente
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