Descripción |
Sebastián sufrió el martirio en Roma en el comienzo de la persecución de Diocleciano. Denunciado por su fe cristiana, fue atado a un árbol y acribillado a flechas, pero sobrevivió al suplicio y unas santas mujeres curaron sus heridas. El emperador, entonces, ordenó que lo apalearan hasta la muerte. Como ocurre en los lienzos de Murcia y Lorca, el artista utiliza una iluminación caravaggiesca y muestra un gusto por los escorzos violentos.
|
Historia del Objeto |
Pérez Sánchez, 1964, p. 25: Copia (?) de caravaggiesco nórdico a lo Honshort.
Guía secc. A, p. 99: Anónimo francés. Anónimo caravaggesco. Primer tercio s. XVII: San Sebastián desfallecido, caído en el suelo, con dos flechas clavadas en su torso, es atendido por Santa Irene, que sostiene la cuerda con la que fue atado el santo al árbol, que aparece a la izquierda. Composición barroca en diagonal, centrada en la gran mancha blanca del tocado de la santa y en la tela que cubre la desnudez del santo.
Caylus, 1995. Galería de arte. Exposición Tres Siglos de Pintura. Expusieron una copia de similares características de este lienzo, que ellos no atribuyen a de Beer, sino a un anónimo pintor francés.
Espín Rael, Joaquín. Las pinturas de Cornelio de Beer en la Iglesia de San Patricio de Lorca, en Murgetana, nº 12, 1959, pp.9-13
Barrio Moya, José Luis. Las pinturas de Cornelio de Beer en la Iglesia de San Patricio de Lorca y algunas noticias sobre el artista, en Murgetana, nº 102, 2000, pp. 9-25
|