Descripción |
Aerófono de soplo continuo que consta de tres tubos de caña provistos de lengüetas simples fijadas con cera. Dos de estos tubos (mancosa y mancosedda) son melódicos y están provistos de cuatro orificios digitables cada uno más un oído o pentiador. El tercer tubo, que se presenta ligado a la mancosa, carece de orificios digitables y emite, por lo tanto, una única nota pedal. Al recibir todos los tubos el aire simultáneamente y mediante insuflación continua, el instrumento está capacitado para producir dos melodías más un bordón, todo ello sin interrupciones en la emisión del sonido. El resultado sonoro es un legato o sonido ligado que se modifica mediante la adición de mordentes y notas de paso, produciéndose un característico efecto staccato.
El launeddas se toca en Cerdeña, aunque instrumentos de factura y sonoridad similares se documentan en el antiguo Egipto, concretamente en varios relieves funerarios localizados en Saqqara y Giza. En cuanto a Cerdeña, se encontró una estatuilla de bronce de la época nurágica (hace unos 3000 años) que representa a un músico tocando el instrumento. La pieza ingresó en el Museo Archeologico di Casteddu ( Cagliari ) en 1906.
El uso de aerófonos de tres tubos sin depósito de aire estuvo extendido por Europa, conservándose testimonios escultóricos como la Cruz de San Martín (Abadía de Iona, Escocia, siglo IX) y el relieve de Lethendy (Escocia, siglo X). En Irlanda hay representaciones labradas en la Cruz de la Abadía de Clonmacnois (siglo IX) y en la Cruz de Muiredach (Monasterboice, siglo X). En Inglaterra hay un ejemplo en la iglesia de San Juan (Devon, siglo XII). También pueden verse instrumentos de estas características en varios manuscritos medievales, siendo quizá el más conocido el de las Cantigas de Alfonso X (siglo XIII), concretamente la ilustración de la cantiga n.º 60.
|