Descripción |
A pesar de no dedicarse a la pintura de manera exclusiva y profesional, pues era magistrado de la Audiencia de Pontevedra, y en la de Sevilla posteriormente, llegó a ser un artista reconocido, teniendo obras en varios museos de España. En esta apreciamos sus tonalidades, casi permanentes en su producción pictórica: el ocre y el verde, y el aspecto cercano a lo impresionista de su pincelada, ágil y suelta, así misno, esto nos hace intuir el dominio que tuvo de la acuarela.
Sobre un fondo esencialmente vegetal, llano y verde, nos sitúa a una joven campesina, de perfil, que ocupa casi toda la composición vertical, avanzando con mirada meláncolica, portando un jarro y calzada con zocas, nombre que en la zona de Lugo y norte de A Coruña, se le da a los zuecos de madera, utilizados en zonas lluviosas y húmedas, con gruesos calcetines de lana, como los que lleva la joven.
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