Descripción |
Carruaje conducido a pie por un calesero que tira de las bridas de la mula, corriendo a su lado. Un grupo de personajes con indumentaria popular van sentados en el calesín; en la parte posterior del mismo dos niños intentan subirse a la trasera del carro.
Escena costumbrista llena de expresividad e inmediatez que nos muestra una escena cotidiana de los arrabales de Madrid. Leonardo Alenza pertenece a la escuela costumbrista madrileña, que a diferencia de la escuela andaluza, más amable y colorista, nos da una imagen verídica y realista de las clases populares de la primera mitad del siglo XIX, en donde la influencia de Goya siempre está presente.
Isidoro Rosell fue discípulo de García Martínez y se formó en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado. Ostentó el cargo de jefe de la Sección de Estampas de la Biblioteca Nacional, haciendo una importante labor de ordenación de los fondos. Rosell, gran admirador de Alenza, adquirió dibujos del artista a Micaela Bertrandi, madrasta de Alenza. En 1877 grabó al aguafuerte diecinueve dibujos que llamó "Caprichos de Alenza", a los que añadió una portada de su creación, mereciendo una tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878. Rosell supo interpretar de una manera fiel los dibujos de trazo rápido de Alenza. Esta estampa se corresponde con el Capricho n.º 7 de la colección.
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