Foto: Museo Nacional de Escultura

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Museo Museo Nacional de Escultura
Inventario CE1070
Clasificación Genérica Escultura
Objeto/Documento Escultura de bulto redondo
Autor/a Anónimo
Título Cristo crucificado con el brazo derecho desclavado
Materia/Soporte Figura: Madera
Pigmento
Corona: Fibra textil [Cuerda]
Técnica Figura: Tallado
Policromado
Ensamblado
Perforado
Corona: Trenzado
Dimensiones Peso = 8 Kg
Cruz: Altura = 150 cm; Anchura = 121 cm
Figura: Altura = 97 cm; Anchura = 93 cm; Profundidad = 22 cm; Peso = 7,50 Kg
Iconografia Cristo crucificado
Datación 1526=1550 (Segundo cuarto del siglo XVI)
Contexto Cultural/Estilo Renacimiento español. Romanismo
Clasificación Razonada La obra se fecha hacia 1550 y anticipa el arte barroco, desarrollado fundamentalmente durante la centuria siguiente. Se trata de un episodio del Descendimiento que representa a Cristo una vez expiró y se procedió a desclavar su cuerpo de la cruz por José de Arimatea y Nicodemo. Asunto de éxito desde finales de la Edad Media, fue recreado en escenificaciones del ciclo de la Pasión, comunes en el siglo XVI. Por ello, es probable que formara parte de un grupo cuya disposición conjunta implicase la captación de la instantánea del asunto, congelado en el tiempo.
El tema justifica la postura de los brazos, uno de ellos desplomado mientras que el otro se mantiene clavado en la cruz, en este caso no conservada. La cabeza aparece ladeada y también desplomada hacia abajo, en un gesto desprovisto de vida. Destaca la expresividad del rostro, emotivo y exponente del pathos que retoma la interpretación gótica del asunto. Las piernas se proyectan hacia el exterior, incrementando la tridimensionalidad de la obra, ya que irían apoyadas en un sedile, cuña de madera para sujetar los pies que facilitaba la resistencia del crucificado pero también alargaba su tormento. El corto perizonium aparece a modo de ceñidor ajustado, con los pliegues marcados, y permite al escultor representar con detalle la anatomía. Abundan las referencias a las llagas de Cristo mediante la policromía de color rojo y las partes amoratadas que pretenden incrementar el realismo de la obra. Por la misma razón la corona está realizada en cuerda, con el fin de facilitar la comprensión de las imágenes mediante la introducción de elementos externos.
A pesar de representar un cuerpo inerte, la elección del momento permitió al escultor elaborar una pieza dinámica. Además, destaca la captación de la instantánea y la plasmación de un momento concreto donde la inserción de un solo clavo en los pies y la consecuente torsión de las piernas, el giro de la cintura, la postura de las extremidades superiores y la cabeza ladeada tienen como fin principal incidir en el movimiento y crear un efecto de contrapposto natural. La dimensión estética de la obra se aproxima a las propuestas de Juan de Valmaseda (1487-1576) y su escultura del mismo asunto conservada en la Catedral de Palencia. El artista que elaboró esta pieza pudo haberse inspirado en la palentina para el tratamiento del rostro y el cabello.
La obra pertenece a la colección fundacional del museo, de la que pasó a formar parte con motivo de la desamortización de la década de 1830. Por ello, aunque se desconoce su procedencia concreta, su origen probable se sitúa en la provincia de Valladolid, puede que en un establecimiento religioso.
Bibliografía BOLAÑOS ATIENZA, María. Almacén. El lugar de los invisibles. Madrid (m): 2019.
Catalogación Coletes Laspra, Rocío
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