Descripción |
Positivo rectangular adherido a un soporte secundario rectangular y enmarcado en dorado, con inscripciones en su parte superior e inferior y sello en el ángulo inferior derecho del soporte secundario.
El Palacio de Bibliotecas y Museos, comenzado en 1866, respondió a los proyectos de distintos arquitectos, si bien los fundamentales fueron dos: Francisco Jareño de Alarcón y Antonio Ruiz de Salces. La fachada principal da al paseo de Recoletos y la otra fachada, sin frontón, a la calle Serrano. En esta fachada, el cuerpo central tiene seis columnas de estilo dórico en la planta entresuelo que en el piso superior se convierten en jónicas. En el centro hay una escalinata flanqueada por dos esfinges de yeso, moldes de las esculturas de bronce de Felipe Moratilla que se instalaron definitivamente en 1894. A ambos lados de la escalinata están las estatuas de Berruguete, realizada por Celestino García Alonso y la de Velázquez, obra de José Alcoverro. La fachada tiene un primer cuerpo de sillares de granito y otros dos de ladrillo y remata en ambos extremos en torreones de planta cuadrangular.
Para celebrar el IV Centenario del Descubrimiento de América, se realizaron, entre otros muchos actos de carácter cultural, dos grandes exposiciones: la Exposición Histórico-Americana y la Exposición Histórico-Europea. Las dos muestras tuvieron tan favorable acogida que la Comisión organizadora propuso su prórroga, que no sólo fue aceptada en el Real Decreto de 25 de marzo de 1893 (publicado en la Gaceta de Madrid de 26 de marzo), sino que en el mismo texto se dispone que "las Exposiciones Históricas se refundirán en una sola bajo la denominación de Histórico-Natural y Etnográfica".
Al frente de la Comisión para la preparación de esta nueva exposición, el Ministro de Fomento Segismundo Moret situó a Juan Navarro Reverter, quien ya había puesto en marcha la Histórico-Americana. A él se unieron en la organización conservadores y personal del Museo Arqueológico Nacional como Juan de Dios de la Rada y Delgado, Narciso Sentenach, Eduardo de la Rada y Méndez, Ángel de Gorostízaga, Rodrigo Amador de los Ríos, Francisco Álvarez-Ossorio o José Ramón Mélida.
Las circunstancias de la organización de la Exposición Histórico-Natural y Etnográfica - agregando a los restos de la Histórico-Americana fondos del Museo Arqueológico Nacional - propiciaron la ocasión de llevar a cabo en España lo que en otros países ya se estaba realizando: la divulgación y el acercamiento al público de las colecciones históricas y etnográficas por medio de su exposición, ayudada por la decoración de las estancias de acuerdo a su contenido. Así ocurrió en la Exposición Histórico-Natural y Etnográfica que al handicap de la heterogeneidad de su contenido tuvo que unir las imposiciones espaciales derivadas de un edificio en el que todavía había otras muestras. La solución pasó por la organización de una exhibición que no pudo responder a un criterio científico o sistemático unívoco, pero que sirvió, sobre todo de cara a la futura apertura en su nueva sede del Museo Arqueológico Nacional, como preparación de ésta. Así, algunos de los montajes y las decoraciones pictóricas de las salas, realizadas por distintos artistas, perduraron durante muchos años en la museografía de la institución, destacando sobre todo los realizados por el arquitecto Arturo Mélida en las salas Egipcia, Oriental y Romana y el de Joaquín Martínez Lumbreras en la Griega.
Así pues, la Exposición Histórico-Natural y Etnográfica, abierta entre el 4 de mayo y el 30 de junio de 1893, contó con 24 salas con una profusa ambientación en relación a sus contenidos, dedicadas a la Industria y Minería históricas (sala I); a la Historia Natural (sala II); al Perú (sala III); a Guatemala (sala V); a las culturas precolombinas (sala X) y postcolombinas (sala IV); a las cerámicas y vidrios modernos (salas VI y VII); a las reproducciones artísticas americanas (sala VIII), a Arizona (sala IX); a la arqueología cristiana a la que se anexiona a los Párrocos de Madrid (salas XI y XII); a Oceanía y Filipinas (sala XIII), a China y Japón modernos (sala XIV) y antiguos (sala XVI); a la cultura indo-persa (sala XV); a documentos histórico-americanos (sala XVII); a las culturas egipcia y oriental (salas XIX y XX), griega (sala XXI), romana (sala XXII) y árabe (sala XVIII) y finalmente a Portugal (salas XXIII y XXIV).
De estas dos exposiciones se conservan un conjunto de fotografías de los objetos expuestos y de los diferentes montajes. La relevancia de esta en concreto radica en la fecha en la que fue tomada, solo un año después de la finalización de las obras del Palacio, siendo uno de los pocos testimonios gráficos de la fachada en esa época.
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Inscripciones/Leyendas |
Soporte. Anverso. Arriba, Impresión, Mayúsculas, Español Corrales, S. (04/05/1893-30/06/1893) EXPOSICIÓN HISTÓRICO NATURAL Y ETNOGRÁFICA Soporte. Anverso. Abajo, Impresión, Mayúsculas y minúsculas, Español Corrales, S. (04/05/1893-30/06/1893) Fachada posterior Soporte. Anverso. Abajo, Impresión, Mayúsculas y minúsculas, Español Corrales, S. (04/05/1893-30/06/1893) S. Corrales. Madrid 1893 Soporte. Anverso. Abajo, Estampación, Mayúsculas, Español Museo Arqueológico Nacional (04/05/1893-30/06/1893) MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL. 2.
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