Descripción |
La traducción del título es parábola o formas tubulares. Es una instalación específica de medidas variables.
Cuanto más se ha alejado la naturaleza de nuestra vida real, más se han dedicado los artistas a presentarnos sustitutos de la naturaleza, como si fueran reliquias de la memoria, para concienciarnos acerca del abismo cada vez más grande entre el ambiente tecnificado y la relación perdida entre el hombre y la naturaleza.
Quién haya visto los trabajos de Christiane Löhr (1965), no los olvidará jamás: sus objetos suaves y frágiles de semillas, lampazos, panículas, flores y pelos de animales producen una fascinación que no es fácil evitar. La artista llama nuestra atención sobre las cosas pequeñas de una manera que es a la vez lúdica y científicamente rigurosa. Hasta en los trabajos pequeños consigue desarrollar una monumentalidad arquitectónica insospechada. Sus "torres" y "arcos" hechos de semillas de hiedra y hojas de hierba son pequeñas obras de arte de formas perfectas, que combinan el orden natural de la naturaleza con el orden planificado y la imaginación de la artista. También con sus instalaciones voluminosas y filigranas de pelo de caballo, la artista trabaja en el límite de la percepción. Tiende los hilos de pared a pared, teje redes pequeñas y las ata unas con otras. Los fuertes de la artista son la paciencia y la atención. Su trabajo artístico se caracteriza por el respeto a la naturaleza y el procedimiento meticuloso.
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