Museo Museo Arqueológico Nacional
Inventario FB-FA128/6/FD003
Clasificación Genérica Fondos bibliográficos; Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas
Objeto/Documento Lámina
Autor/a Pintor; Martí, J.
Cromolitógrafo; Rufflé, Teófilo
Título Joyas visigodas
Conjunto Museo Español de Antigüedades; Museo Español de Antigüedades. Tomo VI. Lámina 3
Materia/Soporte Papel
Técnica Cromolitografía
Dimensiones Altura = 44,70 cm; Anchura = 31,50 cm
Descripción Ilustrando el artículo de Florencio Janer "De las alhajas visigodas del Museo Arqueológico Nacional y de otros adornos antiguos", publicado en el tomo VI del Museo Español de Antigüedades (págs. 133-177) se encuentra esta lámina en la que se representan un conjunto de joyas. En la parte superior, de izquierda a derecha: una sortija de oro con una piedra roja, en la que está grabada Ceres; la siguiente es un anillo de oro con piedra con un grabado de una figura masculina delante de un altar; sigue un colgante con una piedra verde en el centro y nueve aljófares alrededor. Tras éste, un pendiente de oro con una roseta calada en la parte superior, con un aljófar en el centro y tres colgantes romboidales rellenos de pasta vítrea verde y que rematan en otros tantos aljófares. El pendiente siguiente tiene un cuerpo cuadrado que aloja una piedra verde y del que penden tres hilos de oro que terminan en tres aljófares. La siguiente pieza es un anillo de oro con una piedra engastada de color verde. Finalmente, un colgante de oro, con una anilla de suspensión y una piedra verde facetada. El conjunto de collares, de arriba abajo, comienza por un collar de cuentas en las que se alternan las de oro, piedras rojas y aljófares. Le sigue una fina cadenita de oro en la que se aprecian aljófares y alguna piedra azul. Otra cadenita, también de oro, con un trabajado cierre, alterna los eslabones de este metal con cuentas rojas. El cuarto collar es también una cadena de oro que alterna, equidistantes, aljófares y piedras verdes. Finalmente, un gran collar de dos vueltas formado por gran número de cuentas de piedras verdes, separadas cada una de ellas por enganche de oro. Su cierre, de gran belleza, está formado por dos círculos de oro que tienen en el centro una cruz griega: un círculo tiene la anilla y el otro el gancho para meter en ella. Las dos últimas piezas representadas son, a la izquierda, una sortija de oro con una piedra engastada que sobresale en forma troncocónica y, a la derecha, otra, también de oro, en cuya piedra aparecía, grabada, la figura de un atleta y, a sus pies, un par de jabalinas.
Es una lámina cromolitografiada sobre papel blanqueado y verjurado de alto gramaje, encuadernada en cartoné y cosida. Estampación centrada, en caja de 22,7 cms de altura y 34,1 de anchura, dejando márgenes por sus cuatro lados, albergando en el superior e inferior los datos referentes a su contenido.
El Museo Español de Antigüedades fue una publicación periódica de carácter monumental, en la línea de las grandes publicaciones europeas del XIX, que entre los años 1872 y 1880, dirigió Juan de Dios de la Rada y Delgado y editó José Gil Dorregaray en las imprentas de T. Fortanet y R. Velasco. El objetivo de esta lujosa revista era dar a conocer las principales colecciones arqueológicas, artísticas y etnográficas en museos, instituciones, establecimientos religiosos y colecciones particulares de España, acercando un tipo de estudios antes reservados a los especialistas, a la intelectualidad de la burguesía a través de un formato más atractivo, en el que tuvieron un peso fundamental las ilustraciones. Tuvo una vida corta, pues estuvo asociada a la de su editor, terminando la publicación al tiempo de la vida de aquél, resultando once volúmenes en cada uno de los cuales se recoge un variado número de artículos escritos por reconocidos especialistas como Fidel Fita, Juan Vilanova y Piera, Francisco María Tubino, Manuel de Góngora, Florencio Janer y la mayoría del personal científico del Museo Arqueológico Nacional, entre otros José Amador de los Ríos, Fernando Fulgosio y Carasa, Manuel de Assas o el propio Rada y Delgado.
En la introducción del primer tomo, éste último se posiciona -y a la publicación- respecto a la valoración de la arqueología como la fuente histórica de mayor valor lo que explica que "el estudio de las antigüedades es por lo tanto de verdadera necesidad de un país, si ha de conocer su historia". En la introducción explica también el sistema que se seguirá en la revista y el cuadro científico, similar al del Museo Arqueológico Nacional, también elaborado por él.
Los artículos de esta obra, -que no fue oficialmente la revista del museo, pero sí se consideraba como tal de forma oficiosa-, estaban ilustrados en su inmensa mayoría con espléndidas láminas, siendo vital la importancia de esta gráfica pues en muchos casos era la primera, y a veces única, referencia visual de las piezas en un contexto de escaso panorama gráfico. Estas láminas se realizaron fundamentalmente mediante la técnica de la litografía (basada en la repulsión del agua con los materiales grasos, en este caso tintas) y la cromolitografía (asentada en la litografía pero utilizándose tantos dibujos como colores se quieren conseguir). Al pie de las ilustraciones se refleja quién las ha dibujado, litografiado, cromolitografiado o grabado (a veces la misma persona) y en qué imprenta se han ejecutado, principalmente, en las imprentas litográficas de José María Mateu y Litografía Donon, que fueron las más prestigiosas de Madrid a finales del XIX y gran parte del XX por su calidad e innovación. En cuanto a la nómina de dibujantes y litógrafos es muy amplia, destacando entre ellos Ricardo Velázquez Bosco, que ya colaboró con Juan de Dios de la Rada y Delgado en los tres volúmenes del "Viaje a Oriente de la fragata Arapiles", pintores como Francisco Aznar, Bernardo Blanco, Ramón Soldevila o Rufino Casado y litógrafos como José Mª Avrial, José Cebrián, Francisco Contreras, Teófilo Rufflé o Eusebio de Lettre.
En 1889 Gregorio Callejo y Caballero recogió el contenido de esta publicación en su "Índice general bibliográfico de la obra intitulada Museo Español de Antigüedades".
Contenido Imagen de un conjunto de joyas romanas. En la parte superior de la lámina, de izquierda a derecha: una sortija de oro con una piedra roja, en la que está grabada Ceres; la siguiente es un anillo de oro con piedra con un grabado de una figura masculina delante de un altar; sigue un colgante con una piedra verde en el centro y nueve aljófares alrededor. Tras éste, un pendiente de oro con una roseta calada en la parte superior, con un aljófar en el centro y tres colgantes romboidales rellenos de pasta vítrea verde y que rematan en otros tantos aljófares. El pendiente siguiente tiene un cuerpo cuadrado que aloja una piedra verde y del que penden tres hilos de oro que terminan en otros tantos aljófares. La siguiente pieza es un anillo de oro con una piedra engastada de color verde. Finalmente, un colgante de oro, con una anilla de suspensión y una piedra verde facetada. El conjunto de collares, de arriba abajo, comienza por un collar de cuentas en las que se alternan las de oro, piedras rojas y aljófares. Le sigue una fina cadenita de oro en la que se aprecian aljófares y alguna piedra azul. Otra cadenita, también de oro, con un trabajado cierre, alterna los eslabones de este metal con cuentas rojas. El cuarto collar es también una cadena de oro que alterna, equidistantes, aljófares y piedras verdes. Finalmente, un gran collar de dos vueltas formado por gran número de cuentas de piedras verdes, separadas cada una de ellas por enganche de oro. Su cierre, de gran belleza, está formado por dos círculos de oro que tienen en el centro una cruz griega: un círculo tiene la anilla y el otro el gancho para meter en ella. Las dos últimas piezas representadas son, a la izquierda, una sortija de oro con una piedra engastada que sobresale en forma troncocónica y, a la derecha, otra, también de oro, en cuya piedra aparecía, grabada, la figura de un atleta y, a sus pies, un par de jabalinas.
Iconografia Parte superior de la lámina, primer anillo a la izquierda: Ceres;
Parte superior de la lámina, segundo anillo a la izquierda: Figura masculina; Altar;
Parte inferior de la lámina, primer anillo a la derecha: Atleta; Jabalina;
Parte inferior de la lámina, último collar: Cruz griega
Inscripciones/Leyendas Parte superior de la lámina, Impresión, Mayúsculas, Español
(1875)
MUSEO ESPAÑOL DE ANTIGÜEDADES. EDAD MEDIA. ARTE CRISTIANO. ORFEBRERÍA.
Parte inferior de la lámina, Impresión, Mayúsculas y minúsculas, Español
(1875)
JOYAS VISIGODAS que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional.
J. Martí pintó. Teo. Rufflé cromolitº. Lit. Donon. Madrid.
Datación 1875
Lugar de Producción/Ceca Madrid
Lugar de Procedencia Madrid(España, Europa)
Clasificación Razonada Respecto al contenido representado en la lámina, el conjunto de alhajas excepto el gran collar doble que es de Antequera, procede de las excavaciones de Caamaño y Soler de Cornellá en el yacimiento de La Alcudia de Elche (Alicante) de donde llegaron al Real Gabinete de Historia Natural y, de allí, al Museo Arqueológico Nacional como parte de los fondos fundacionales remitidos por el Museo de Ciencias Naturales.
Los nº de inventario que les corresponden a estas joyas, en realidad romanas, son los siguientes: en la parte superior de la lámina, de izquierda a derecha: anillo nº 52536, anillo nº 52517, colgante nº 52553, pendiente nº 52550, pendiente nº 52549, anillo nº 52533 y colgante nº 52551. Los collares, de arriba abajo, tienen los nºs 52545, 52544, 52542, 52543 y el collar doble el 52541. En la parte inferior de la lámina, el anillo de la izquierda tiene el nº de inventario 52539 y el de la derecha el 52526.
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