Descripción |
Instrumento musical de timbre fijo, dispuesto en una caja con forma de piano vertical, de pino, teñida en tonos rojizos con molduras y marcos en madera clara, sostenido por dos patas delanteras con volutas. La caja se abre por medio de una tapa ubicada en su parte alta, dando acceso a las clavijas de afinación de las cuerdas, dispuestas verticalmente y en órdenes dobles. En lel frente del instrumento y dentro de la caja se ubica el tambor cilíndrico de púas que produce las melodías al girar por la acción de una manivela frontal, disparando los macillos que golpean las cuerdas. Como decoración, solo ostenta las molduras con formas rectangulares a lo largo de todo el armazón, unas ventanas forradas con cretona y dos medallones circulares en las inmediaciones de la manivela, donde figura el nombre de la fábrica, "Casali", con una vista de la misma.
Desde finales del siglo XIX se utilizó para el baile "agarrao", aunque era frecuente que en el cilindro, que solía llevar impresas diez melodías, la última fuera la jota. Podía encontrarse tanto en salones de baile y establecimientos hosteleros como en las calles, generalmente cargado en una carreta movida por el organillero. Fue tan popular a finales del siglo XIX y comienzos del XX que sustituyó a los instrumentos tradicionales en los bailes urbanos y a veces incluso en zonas rurales. Su declive se sitúa en torno a la guerra civil, siendo posteriormente sustituido por las pianolas y, más modernamente, por las máquinas de discos.
Casali, de origen italiano, estableció su taller en Barcelona a finales del siglo XIX.
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