Descripción |
Paisaje campestre de marcado bucolismo, enfatizado por una extraña luminosidad que domina toda la atmósfera; al fondo se vislumbran las ruinas de un castillo rocoso. En primer plano un asno de pie, acompañado por dos ovejas y un macho cabrío, entre la vegetación una vaca pastando en un segundo plano. A pesar del realismo de los animales, la percepción de la escena es la de un paisaje fantástico e imaginado, de celajes vigorosos y naturaleza agreste.
Esta obra aparece firmada y fechada en 1847. En este año, Pérez Villaamil, se hará cargo de la primera cátedra de paisaje en España, dentro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que introducirá la enseñanza al aire libre, siendo maestro de grandes pintores como Martín Rico. Dos años antes, en 1845, el pintor, había sido nombrado teniente director de dicha Academia. Pérez Villaamil no sólo dedicó su obra entera, sino también sus enseñanzas en la Academia, a este género pictórico. Pérez Villaamil, a lo largo de su trayectoria artística compaginará su labor docente con los viajes artísticos por España, que le permitieron reflejar en sus obras las principales ciudades y provincias, y sus monumentos, como atestiguan sus óleos y cuadernos de dibujos de Córdoba, Sevilla, Jaén, Granada, Galicia, País Vasco, Navarra, Barcelona, Asturias, Valladolid, León, Valencia, Cuenca... En otras ocasiones, como en la presente obra, abandona el referente del paisaje real para reflejar parajes de plena sensibilidad romántica.
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