Foto: Alberto Rivas Rodríguez

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Museo Museo Arqueológico Nacional
Inventario 10917
Clasificación Genérica Cerámica
Objeto/Documento Ánfora
Autor/a Pintor de Swing
Conjunto Ficha antigua 1ª Sección y FM; Negativo sobre acetato de celulosa y FM; Negativo sobre nitrato de celulosa y FM
Materia/Soporte Arcilla
Desgrasante cerámico
Barniz antiguo
Técnica Figuras negras
Cocción mixta
A torno
Barnizado
Dimensiones Altura = 39 cm; Diámetro máximo = 28 cm; Diámetro boca = 16,60 cm; Diámetro pie = 14,10 cm
Descripción En una de las caras del vaso se narra uno de los episodios de la vida de Heracles, el gran héroe arcaico por excelencia, que no se inscribe dentro de sus Doce célebres Trabajos. Se trata del encuentro con los temidos Cercopes. Éstos eran dos bandidos, hijos de Tía, una de las hijas de Océano. De gran fuerza y estatura asolaban con sus fechorías las tierras de Lidia, en Anatolia matando a los viajeros para robarles. Su madre les había dicho que se guardaran de encontrar a un héroe llamado Melampigo (el del trasero negro). Un día se toparon con Heracles dormido al borde de un camino y trataron de asaltarle para robarle sus armas pero el héroe les capturó y les colgó por los pies a cada extremo de una larga vara y se los cargó al hombro como si fueran presas de caza, como se observa en el vaso, donde los Cercopes llevan además las manos atadas detrás de la espalda, para darles su merecido. En esta posición, uno de ellos se dio cuenta de que Heracles tenía negro y peludo el trasero comprendiendo entonces la profecía de su madre. Al no parar de bromear en todo el camino, consiguieron poner a Heracles de buen humor y que les soltara. Acabaron siendo transformados en monos por Zeus pues siguieron cometiendo desmanes tras ser liberados por el héroe.
Este tema surge en la pintura de vasos ática a principios del siglo VI a.C. donde alcanza gran popularidad y será representado de manera esporádica tanto en la cerámica ática como en la suritálica, hasta el siglo IV a.C..
En la otra cara del vaso aparece representado uno de los temas favoritos de los pintores arcaicos: Dioniso, dios de la viña, coronado de hiedra, entre ramas de hojas de vid que parecen surgir del propio dios manifestando así su poder sobre la naturaleza. Viste un rico manto sobre una túnica blanca y lleva en su mano derecha un keras, en origen un cuerno de animal, con el que beber el vino.
Iconografia A: Heracles y Cercopes; Heracles; [Iconografía];
B: Ritón; Escena dionisiaca; Dioniso; Hiedra
Datación 530[ac]-520[ac]
Contexto Cultural/Estilo Cultura Griega
Época Arcaica
Lugar de Producción/Ceca Ática
Historia del Objeto Colección del Marqués de Salamanca
Catalogador Antigüedades Griegas y Romanas
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