Museo Museo Casa de Cervantes
Inventario CE084
Objeto/Documento Portada
Autor/a Hanequin
Título Portada del Monasterio de la Armedilla
Materia/Soporte Caliza
Dimensiones Altura = 8 m; Anchura = 5 m; Profundidad = 55 cm
Descripción La Portada está formada por un arco de medio punto que carga sobre sillares labrados con motivos de pilastras, hornacinas y casetones. El arco está decorado con cabezas aladas de ángeles y lo bordea una moldura conopial con decoración fitomorfa. Está rematado por un jarrón sustentado por un escudo, sujeto por dos figuras infantiles, en el que se representa un león rampante con cruz patriarcal y capelo catedralicio del que cuelgan cuatro filas de borlas. Lateralmente también está concluido por cráteras o jarrones de lirios que descansan sobre pilastras. A media altura, estas pilastras flanquean sendas hornacinas coronadas por doseletes con una profusa riqueza ornamental a base de grutescos, candelieri y otros motivos platerescos.
Iconografia Arco de medio punto: Ángel;
Jarrones: Lirio;
Frisos laterales: Dragón;
Remate del arco: Escudo;
Este escudo, con león rampante con cruz patriarcal y capelo catedralicio del que cuelgan cuatro filas de borlas, pertenece a la Orden de los Jerónimos.
Datación 1512[ca] (Hacia 1512)
Uso/función Decorativo
Clasificación Razonada La Portada del ex monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Armedilla está construida en caliza procedente de Campaspero, municipio de Valladolid conocido por este tipo de piedra. Se trata de una roca idónea para su uso constructivo y escultórico dada su ductilidad, durabilidad y resistencia a la abrasión y meteorización, cualidades que le ha aportado fama internacional. Su superficie presenta una gran riqueza iconográfica. Podemos encontrar: querubines, ángeles que forman parte del coro celestial y protegen la gloria divina; dragones, identificados con el diablo y con el pecado, elemenos vegetales como las azuzenas o lirios, símbolos de pureza y, por último, el escudo de La Orden de los Jerónimos, orden religiosa católica fundada en el siglo XIV en España. Es de clausura monástica y sus adeptos abogan por una vida contemplativa, donde la oración y la penitencia son sus pilares fundamentales.
El autor es Hanequín de Bruselas, arquitecto y escultor de origen flamenco activo en Castilla en los años centrales y segunda mitad del siglo XV. Fue uno de los artistas, junto a otros como Egas Cueman y Antón Martínez de Bruselas, que introdujo en la Corona de Castilla de mediados del siglo XV las formas arquitectónicas del gótico flamígero, propias de Centroeuropa.
La Portada procede del Monasterio situado al sureste de la provincia de Valladolid, en la localidad de Cogeces del Monte. Según la leyenda, unos pastores descubrieron de forma casual una imagen de la Virgen en este lugar, que había sido depositada para esconderla de las incursiones de los musulmanes. Este hecho hizo que se convirtiera en un importante centro de devoción relacionado con el culto mariano.
En el siglo XV, el infante don Fernando de Antequera, señor de Cuéllar, propuso su donación a los monjes de la Mejorada de Olmedo para que fundaran un monasterio jerónimo, ejecutándose en el siglo XVI la construcción de la iglesia. La desamortización del XIX fue el inicio de la decadencia y abandono del Monasterio. Fue ocupado por guerrilleros y en el año 1859 la propiedad pasó a manos particulares, llegándose a utilizar como cantera.
En 1918, se desmontó en el Museo uno de los muros que separaban originalmente los patios interiores de estas viviendas para colocar en su lugar la Portada. En 1925 fue trasladada al Museo Casa de Cervantes tras un acuerdo con el presidente de la Comisión Provincial de Monumentos por intercesión del marqués de la Vega Inclán, principal fundador del Museo y defensor de la protección del Patrimonio Histórico.
Un aspecto a destacar es que antes de que la Portada fuera trasladada al Museo, en el espacio del arco se situaba el tímpano del Llanto sobre Cristo Muerto, que se encuentra en el Spencer Museum of Art, de The University of Kansas (Lawrence). En 1928, el arquitecto norteamericano Arthur Byne adquirió este relieve del anticuario segoviano Gil Jiménez. Poco tiempo después lo vendió al magnate William Randolph Hearst con destino a su residencia de California. Tras subastarse, fue adquirido por el coleccionista Edward R. Lubin, que lo regaló al citado museo en 1963.
Con motivo del deterioro producido por la humedad, los contaminantes atmosféricos y el propio transcurso del tiempo, entre finales de 2022 y comienzos de 2023 fue restaurada por parte del Instituto de Patrimonio Cultural de España. La intervención consistió, entre otras tareas, en una profunda limpieza de la superficie y en la reintegración arquitectónica.
Catalogación Álvarez Sellers, Alicia
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