Descripción |
Busto de caballero sobre peana cuadrada moldurada. Las ojeras y las arrugas del rostro revelan la edad madura del personaje retratado, que presenta frente ancha, perilla y cabello largo, hasta la nuca, peinado hacia delante con un bucle. Va ataviado con un gabán de amplias solapas y con capa vuelta sobre su hombro izquierdo.
A juzgar por las inscripciones que presenta, esta escultura fue realizada en la Watcombe Pottery, fundada en 1869 por G. Allen en Watcombe, cerca de Torquay. Inicialmente, la arcilla roja característica de la zona se exportaba a otros lugares del país hasta que, después de hacer algunas pruebas que confirmaron su idoneidad para producir cerámica, Allen decidió crear una manufactura in situ. No obstante, la región tenía poca experiencia en la industria cerámica, por lo que trajo a expertos de Staffordshire, donde estaba ya muy arraigada, gozando de un gran prestigio muchas de sus manufacturas. Por otra parte, la fundación de Watcombe Pottery tuvo lugar en pleno desarrollo del movimiento "Arts and Crafts", surgido a partir de la Gran Exposición de 1851, y al mismo tiempo, en un momento de auge turístico de la zona, ya que la sociedad victoriana acomodada comenzó a visitar la recién descubierta riviera inglesa para beneficiarse de su clima templado. En 1873, cuando la baronesa Burdett-Coutts regaló a la reina Victoria por su cumpleaños un par de botellas de agua de Watcombe, la soberana decidió conceder a la manufactura la garantía real, asegurando así su éxito. La Royal Watcombe Pottery cerró en 1962. A lo largo de su existencia, produjo variedad de piezas, destacando en particular su numerosa producción de bustos retratando a personajes como Charles Dickens, Sir Walter Scott y William Shakespeare. Precisamente, el Museo Victoria & Albert conserva un busto del último escritor citado sobre peana circular (inv. S.327-1981), realizado hacia 1880 probablemente como recuerdo, ya que es copia de otro busto del escritor realizado en el siglo XVIII. Por lo que respecta en particular a la escultura del Museo del Romanticismo, pese a desconocer la identidad del personaje retratado, se trata probablemente de alguna personalidad de la época, ya que va ataviado y peinado siguiendo la moda de entonces. Sea como fuere, la característica de las producciones de Watcombe reside en el material utilizado, la terracota, cuya ductilidad no impide valorar la calidad de la representación, puesto que se trata de un busto bien proporcionado y de rasgos muy definidos.
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