| Descripción |
Marco tallado de rocalla con escudo de abad pintado en la parte superior y familiar tallado en la inferior. El lienzo muestra en la izquierda una trompeta en un resplandor que ilumina a un león y San Jerónimo tumbado, flagelado por dos ángeles. A la derecha hay dos ángeles niños, una calavera y una cruz en un paisaje.
Navarrete (B. NAVARRETE PRIETO, Fuentes y modelos de la pintura barroca madrileña, Madrid, 2008, pp. 62-63), atribuyó a Antonio Arias (Madrid, h. 1614-1684) un lienzo de San Jerónimo azotado por los ángeles de colección particular en Dallas similar a éste del MAN, por su gran parecido con un San Jerónimo de este autor en colección particular. Fechó los tres cuadros entre 1640-1645 al cotejarlos con la Santa María Egipcíaca de 1641 (colección particular). Señaló que el del MAN era una copia de bastante débil calidad. Sin embargo, Juan María Cruz Yábar observó que el lienzo, pese a su suciedad, era de muy buena factura, por lo que lo incluyó en el proyecto de nueva exposición permanente del Museo y lo hizo limpiar, con la esperanza de que al quitarse el marco del siglo XVIII pudiera aparecer la firma. Así ocurrió efectivamente, estando además fechado en 1641, lo que sitúa esta obra en el mejor momento del pintor, cuando trabajó para Felipe IV en el Alcázar madrileño. El estilo muestra su deuda con Maíno en el rico colorido y los nítidos perfiles. La composición deriva de José de Ribera como los otros cuadros de Arias de 1641-1642, lo que es natural, puesto que representan santos ermitaños, de gran devoción -fueron parte fundamental de la decoración del palacio del Buen Retiro-, y en los que el español afincado en Nápoles era especialista. El marco está hecho en torno a 1750 y muestra que el lienzo fue propiedad de un abad con segundo apellido Salazar.
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