Descripción |
Reposacabezas o almohadilla de madera, construida por una base algo gruesa de la que sale una pequeña columna sobre la que se fija otro elemento de madera con parte superior curvada, con los extremos hacia arriba, para apoyar la nuca.
Este tipo de reposacabezas (en egipcio, "urech") no sólo se utilizaban en la vida cotidiana de los egipcios, sino también en la vida del más allá. En diversos textos funerarios son mencionadas como instrumentos indispensables para el sueño del difunto. De hecho, el apoyacabezas llegará a adquirir el estatus de amuleto protector, existiendo múltiples reposacabezas en miniatura.
Por otro lado, este objeto estuvo estrechamente relacionado con la concepción solar, puesto que la cabeza que sostenía, de igual manera que el sol, cada día descendía al anochecer y se levantaba de nuevo al amanecer.
Esta pieza forma parte de la colección de Eduardo Toda i Güell que fue vicecónsul español en El Cairo entre 1884 y 1886. Durante su estancia en Egipto adquirió una notable colección de piezas, alrededor de 1600, de las que unas 1350 vendió al Estado, quien las depositió en el Museo Arqueológico Nacional en 1887.
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