Descripción |
Pintor y dibujante de Luis XIV, Boel es probablemente discípulo del gran pintor de bodegones y escenas de caza Jan Fyt. Entre 1647 y 1649 Boel reside en Génova, estudiando la obra de Castiglione. Pasa a Francia, y desde 1668 se une al grupo de pintores, casi todos flamencos, que ejecutan cartones para tapices en los Gobelinos bajo la dirección de Le Brun. La huella de Boel se puede apreciar en pintores franceses como Oudry y Chardin.
Este cuadro es un notable ejemplo de pintura flamenca elaborada y compleja, mezclando un bodegón de caza con diversos animales vivos: dos loros o guacamayos, un simio y una pareja de gallo y gallina, todo ello entre espectaculares ramos y guirnaldas. El friso arquitectónico semienterrado, y la rica bandeja sostenida por una figura de héroe o guerrero, son alusiones a la cultura clásica. La abundancia de flores y frutos se distribuye en torno a la caza muerta: una liebre, un venado y el gran cisne, cuyo plumaje blanco forma la mancha central del cuadro. Es interesante relacionar esta obra con un conjunto de pinturas de animales, cuya atribución fue restituida a Boel en el 2001. Se trata de 80 estudios del natural para la prestigiosa serie de tapices de los Meses que se tejieron para Luis XIV. En la recién instalada Menangerie de Versalles, el maestro flamenco pudo pintar del natural aves y mamíferos alcanzando calidades táctiles y un verismo en la observación, imposibles de lograr con animales disecados, que era el recurso habitual.
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