Foto: David Serrano

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Museo Casa Museo Lope de Vega
Inventario CE00170
Clasificación Genérica Mobiliario; Mobiliario de guardar; Equipamiento doméstico
Objeto/Documento Arqueta
Materia/Soporte Madera
Madera de pino
Piel de vaca marrón
Papel rojo
Hierro
Lámina metálica
Clavo: Latón
Cola
Técnica Técnica de ebanistería
Unión a testa
Terciopelo
Cortado
Calado
Texturizado
Claveteado
Encolado
Empapelado
Encorado
Forjado
Dimensiones Altura = 6,90 cm; Anchura = 17 cm; Profundidad = 12 cm
Descripción Pequeña arqueta ensayalada y barreada de planta rectangular y tapa llana. Está formada por caja y tapa construidas con cinco tablas de madera de pino cada una, ensambladas a tope y con rebajes en los cantos superiores de los costados, del frente y de la trasera del vaso que sirven para que encaje la tapa y, a la vez, hacen las veces de guardapolvos.
El exterior está ensayalado con terciopelo de seda de color rojo carmesí, con el pelo prácticamente perdido, excepto en los costados y la trasera del vaso, donde ha sido repuesto. El exterior del fondo va forrado de vaqueta marrón para mayor resistencia. El interior, que es diáfano, va recubierto por grueso papel texturizado de color rojo.
Todos los herrajes son de hierro forjado, van colocados al exterior y se sujetan con clavos del mismo material. La tapa se une a la trasera de la caja mediante dos largas bisagras, que hacen a la vez de barras de refuerzo, cuyas alas se extienden desde el borde inferior trasero hasta el borde inferior de la tablilla que constituye el frente de la tapa, con el ala superior acodada dos veces coincidiendo con las aristas de ésta y con el extremo delantero ligeramente trapezoidal y recortado en doble S, la del lado derecho, y con remate en pequeña corona calada la del izquierdo, denotando mejor calidad esta última. La cerradura va encajada en la cara externa del frente, descentrada hacia la derecha, y presenta escudo rectangular sujeto con clavos, con los bordes superior e inferior rectos y con los extremos verticales recortados y calados a modo de corona de tradición gótica; la falleba o cerradero está realizada con pletina de sección trapezoidal, presenta forma de L invertida, lleva decoración recortada y calada a base de círculos y va engoznada al extremo de una larga barra de refuerzo que recorre prácticamente todo el ancho de la tapa superior, cuya forma es rectangular y con el extremo trasero levemente trapezoidal y rematado en doble S, como el remate de la bisagra derecha citado más arriba. En el centro de la tapa superior lleva un asa de forma bilobulada sujeta con dos horquillas con embellecedor cruciforme de chapa recortada.
Inscripciones/Leyendas Cara interna de la tapa, Escritura manual
nº. 8473. [Número de inventario manuscrito con tinta negra.]
Datación 1501=1525 (Principio S. XVI)
1801=1900 (S. XIX)
Contexto Cultural/Estilo Edad Moderna
Edad Contemporánea
Lugar de Producción/Ceca España (Europa) [Seguramente Castilla.]
Uso/función Doméstico.
Clasificación Razonada Los muebles ensayalados plantean generalmente bastantes problemas para su peritaje, pues el material de su recubrimiento es muy frágil y suele haberse cambiado en el siglo XIX reaprovechando tejidos antiguos y, por otro lado, por su propia idiosincrasia la estructura queda fuera de la vista impidiendo su peritaje.
El pequeño mueble que estudiamos presenta un aspecto que a simple vista parece coherente con la antigüedad que se le supone, pero tras su estudio plantea serias dudas sobre su integridad y su autenticidad, excepto en lo que se refiere a los hierros que, aunque no todos son de la misma procedencia, si son claramente antiguos.
Con los medios técnicos que tenemos disponibles, la madera de la estructura no se puede peritar porque está totalmente tapada; no obstante, parece que no está construida como las arquetas realmente antiguas, pues los pocos clavillos visibles bajo el cuero del fondo son de metal y no de forja, como correspondería.
El terciopelo que recubre el exterior es de dos tipos, parecidos pero distintos, pues en la tapa y en el frente del vaso el pelo aparece casi totalmente gastado mientras que en la trasera y en los costados de éste presenta escaso desgaste y su color es sutilmente distinto. Este último terciopelo citado quiere aparentar que ha sido colocado como sustitución del original que se habría perdido. El terciopelo mas gastado es el que se supone original y sus desgastes, que en apariencia parecen razonables para la época que se le presupone a la arqueta, cuando se observan con atención parecen forzados, pues aunque falta casi la totalidad del pelo, la trama y la urdimbre del tejido aparecen excesivamente limpias y poco rozadas. Es interesante observar en la zona del extremo izquierdo del escudo de cerradura, que el terciopelo está totalmente gastado en las zonas en que faltan fragmentos de hierro de éste, lo que implica que el desgaste se ha producido después de su pérdida y no ha quedado de ellos ninguna mínima huella.
Los herrajes, por último, aunque antiguos son de distinta factura; la barra de refuerzo del lado izquierdo de la tapa y el hierro del cerradero son de sección transversal trapezoidal y de mejor calidad que el resto de las barras, incluida la que engozna con éste último; el asa de la tapa superior parece que ha sido colocada en fecha reciente, pues las horquillas que la sujetan carecen de desgastes y de holgura, resultando muy difícil su movimiento.
Las arcas y arquetas ensayaladas y barreadas de formas y tamaños muy diversos, fueron muy frecuentes en España durante los siglos XV y XVI. Su valor radicaba en la riqueza del terciopelo con que se cubrían, que introducía color y calidez, y en los sólidos y delicados herrajes de hierro forjado que las reforzaban y, a la vez, las adornaban.
Actualmente se conservan numerosos ejemplares tanto de fines del siglo XV como del siglo XVI. Quizás los más conocidos sean los de la época de los Reyes Católicos, que siguieron realizándose durante buena parte de la primera mitad del siglo XVI, fácilmente reconocibles por sus barras de refuerzo, rematadas en elaboradas veneras o en "Y", por sus guardapolvos característicos conformados por doble chapa de hierro calado con decoraciones de ventanal gótico-mudéjar y por sus magníficas cerraduras de cajetín ricamente decoradas, también con veneras o rodeadas de estilizados roleos, todo enmarcado por pequeñas torres caladas de delicada traza. El segundo grupo importante, bastante menos conocido, lo constituyen las arquetas de la época de Felipe II, del que las mejores ostentan las armas del Rey, herrajes dorados de una calidad extraordinaria y se conservan en el Castillo de Simancas en Valladolid.
Los hierros de la arqueta que estudiamos no responden exactamente a ninguno de los dos grupos citados, especialmente la cerradura y el asa, que no se ven con frecuencia. No obstante, el análisis estilístico de los mismos nos conduce a la primera mitad del siglo XVI, por su carácter aún cercano al arte gótico. Tanto las líneas lobuladas del asa como la forma en que va sujeta nos remiten al siglo XV. El diseño bilobulado del asa y los embellecedores cuadrilobulados son parecidos a los del arca encorada con el número de inventario CE00004 de este mismo Museo. Las barras de sección transversal trapezoidal son similares a las que presentan las arquetas del primer grupo citado anteriormente. La forma rectangular apaisada del escudo de cerradura y sus calados laterales se repiten curiosamente en las bisagras de las puertas interiores de la Sacristía de la Capilla del Condestable de la Catedral de Burgos, decoradas con talla de pergamino de gusto gótico. Cerraduras similares, aunque más ricas en cuanto a su decoración calada, se custodian en una cajonería de sacristía que conservan las Clarisas de Astudillo (Palencia), fechable hacia 1500.
Por otro lado, si el remate lateral de escudo de cerradura que estudiamos, que es igual que el inferior de las citadas bisagras burgalesas, lo imaginamos en vertical y dispuesto en la parte superior, observamos que nos remite a la forma de una corona que se repite en un modelo de escudo de cerradura de arqueta, del que conocemos varios ejemplares castellano-leoneses, cuya forma es precisamente la de un escudo acabado en punta abajo y en corona arriba. El mejor ejemplo de este tipo de escudo de cerradura que podemos citar corresponde a la arqueta de Doña María Dávila, conservado en el Convento de Santa María de Jesús, vulgo "Las Gordillas" (Ávila), realizada entre 1502 y 1511 en Palencia o Ávila para contener su testamento.
Bibliografía GONZÁLEZ MARTEL, Juan Manuel. Casa Museo de Lope de Vega. Guía y Catálogo. Madrid (m): Real Academia Española / Comunidad de Madrid, 1993. p. 121 / núm. 18.

VV.AA.. El mueble de los siglos XV y XVI. España, Portugal y otros países. Barcelona (m): Planeta-Agostini, 1989.
Catalogación Castellanos Ruiz, Casto; Iglesias Ferreño, Antonio; González Martel, Juan Manuel
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